Las stablecoins son activos digitales vinculados a monedas fiat fuertes en el mercado, como ser el dólar estadounidense, el euro u otras. Sin embargo cuentan con una subdivisión interna que se conoce como «dark stablecoin» o «stablecoins oscuras».
¿Qué son las stablecoins oscuras?
Las monedas estables oscuras son aquellas que se resisten a la censura, la cual se espera que se incremente debido a las diversas normativas que establecen los gobiernos para «supervisar» a la industria de las criptomonedas.
En Argentina, por ejemplo, cuando estuvo vigente el cepo cambiario hasta abril pasado, las stablecoins como USDC y USDT jugaron un rol fundamental. La gran mayoría de los ahorristas usaron estos activos dentro de la cartera de inversión para comprar dólares.
Al respecto, el CEO de CryptoQuant, Ki Young Ju, alertó que se esperan cambios rápidos dentro de este grupo.
«Pronto, cualquier stablecoin emitida por un país podría enfrentar una estricta regulación gubernamental, similar a la de los bancos tradicionales. Las transferencias activarían automáticamente la recaudación de impuestos a través de contratos inteligentes, y las carteras serían congeladas o requerir documentación según las reglas gubernamentales», aseveró el CEO.
En este contexto, el CEO sugirió las stablecoins oscuras, o privadas, se desarrollarían como tokens algorítmicos, con un valor atado a ese código en vez de estar sujeto a la cotización de una commodity externo como el oro, yen o dólar.
¿Qué problemas traen las stablecoins oscuras?
Las criptomonedas se crearon para descentralizar los pagos, preservando la libertad y la privacidad de las personas. «Las stablecoins oscuras podrían recuperar las características filosóficas de la génesis de las criptomonedas», afirmó el Brand Manager & Portavoz de BingX, Pablo Monti.
«Estamos hablando de descentralización para evitar el control de bancos y gobiernos, de soberanía para que sean las personas las que tengan el control y de anonimato para preservar la privacidad«.
«La idea de estos activos ‘oscuros’ es eludir el control por parte de las autoridades evitando atar su valor a activos como las monedas fiat o el oro y hacerlo a través de algoritmos. Este escenario podría también ser un caldo de cultivo para nuevas estafas o bien podría ser un lugar ideal para el dinero sucio. Estos delitos son los que la propia regulación busca erradicar y perseguir», concluye Monti.