Las autoridades de El Salvador y Paraguay han firmado un Memorándum de Entendimiento (MOU) con el objetivo de fortalecer la supervisión y regulación de los proveedores de servicios de activos digitales en ambas naciones. El acuerdo busca facilitar el intercambio de información y la cooperación en la detección de actividades ilícitas con criptomonedas.
El convenio fue suscrito entre la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) de Paraguay, representada por su ministra, Liliana Elizabeth Alcaraz Recalde, y la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD) de El Salvador, encabezada por su presidente, Juan Carlos Reyes García. Según el comunicado oficial, el principal objetivo del acuerdo es establecer una cooperación mutua para mejorar el control sobre las empresas que operan con activos digitales.
El MOU incluye la detección de entidades que operan sin licencia, el desarrollo de normativas conjuntas y el fortalecimiento de políticas para prevenir el lavado de dinero.
“Los activos digitales no conocen fronteras, por lo que la supervisión requiere acuerdos internacionales que refuercen la capacidad local y global de regulación”, señala el comunicado.
Paraguay y la regulación pendiente
A diferencia de El Salvador, que cuenta con un marco regulatorio establecido tras la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal en 2021, Paraguay aún no ha definido una legislación específica para los criptoactivos. Aunque existen propuestas en el Congreso para regular la actividad, hasta el momento las transacciones con criptomonedas no están bajo supervisión del Banco Central.
Sin embargo, el país ha avanzado en la prevención del lavado de activos a través de la Seprelad, que busca adoptar buenas prácticas regulatorias de organismos internacionales. En este contexto, el acuerdo con El Salvador representa un esfuerzo por alinear estrategias y fortalecer la transparencia en el sector financiero digital.
El acuerdo se suma a otras iniciativas internacionales de cooperación en materia de criptomonedas, como las establecidas entre El Salvador y Kazajistán, así como con Argentina. Según las autoridades, estas alianzas buscan fomentar la innovación tecnológica y proteger la estabilidad financiera de los países involucrados.
