Mientras muchos inversores sueñan con que XRP rompa la barrera de los 3 dólares, Peter Brandt, un veterano con más de cuatro décadas de experiencia en el mercado, lanza una advertencia: el token podría desplomarse hasta los 1,07 dólares.
El analista compartió su proyección el 26 de marzo, observando que en el gráfico de XRP se está formando un patrón clásico de «Hombro-Cabeza-Hombro» (H&S). Este patrón indica una reversión de tendencia, sugiriendo que XRP podría pasar de una fase alcista a un ciclo bajista.
Según Brandt, XRP se mantiene atrapado en un rango entre 1,90 dólares y 3,00 dólares. Sin embargo, si el precio rompe el soporte de 1,90 dólares con fuerza, el patrón H&S se confirmará, abriendo el camino para una caída hasta la zona de 1,07 dólares, de acuerdo con su análisis técnico.
El patrón H&S es considerado uno de los indicadores más confiables de una tendencia bajista en los mercados. Está formado por tres picos consecutivos: el hombro izquierdo, la cabeza más alta en el medio y el hombro derecho más bajo. La línea de cuello, situada en 1,90 dólares, es el punto clave: si el precio rompe este nivel con volumen, los traders podrían esperar una caída significativa.
¿XRP subirá a 8 dólares o caerá?
A pesar de este panorama, no todos comparten la misma visión. El analista conocido como Dark Defender, por ejemplo, prevé exactamente lo contrario. En un análisis también publicado el 26 de marzo, apuntó que XRP se encuentra en plena «onda 3» de la Teoría de Elliott, lo que indicaría una posible subida hasta los 8,07 dólares —y, en un escenario más optimista, hasta los 23,20 dólares.
A pesar de las expectativas optimistas, Brandt mantiene su alerta. La resistencia en 2,50 dólares sigue siendo fuerte, y XRP aún no ha demostrado suficiente fuerza para superarla. Si pierde el soporte en 2,40 dólares, el token podría entrar en una tendencia bajista acelerada.
Además, el final del proceso entre Ripple y la SEC y la posible aprobación de un ETF al contado podrían influir en el mercado. Sin embargo, mientras estos eventos no se concreten, el riesgo de caída sigue presente en el radar de los inversores más cautelosos.
