El gobernador de Utah, Spencer Cox, firmó el proyecto HB 230 el pasado 25 de marzo, convirtiéndolo oficialmente en ley. Esta medida posiciona a Utah como un actor clave en la adopción de Bitcoin y las criptomonedas en Estados Unidos, estableciendo un marco regulatorio que busca fomentar el uso de estas tecnologías tanto en el sector público como privado.
Inicialmente, el proyecto HB 230 preveía la creación de una reserva estratégica de Bitcoin. Sin embargo, esta disposición fue eliminada después de una serie de modificaciones aprobadas el 7 de marzo por el Senado de Utah, que votó 19-7-3 a favor de una versión ajustada. Así, el enfoque de la ley se centró en la facilitación de la adopción de criptomonedas. Además, se elimina las barreras regulatorias, permitiendo a empresas y ciudadanos interactuar con estos activos digitales con mayor libertad.
La nueva ley no solo fomenta el uso de criptomonedas en transacciones cotidianas, sino que también proporciona un respaldo a la industria de la minería de Bitcoin, reconociéndola como un sector clave para la economía estatal. De esta manera, Utah busca proteger a las empresas dedicadas a la minería de posibles regulaciones restrictivas, a la vez que abre la puerta a nuevos desarrollos en el ámbito de las finanzas digitales.
¿Lei de Bitcoin de Utah sirve de modelo para otros estados?
Con la promulgación del HB 230, Utah se convierte en el segundo estado de Estados Unidos en aprobar una legislación relacionada con Bitcoin, tras Kentucky.
El enfoque de Utah, similar al de Kentucky, busca promover un entorno favorable para las criptomonedas, dejando atrás las posturas restrictivas adoptadas en otras jurisdicciones. Si bien la ley de Utah no incluye la propuesta de crear una reserva estratégica de Bitcoin, su impulso hacia la adopción y el apoyo a la minería coloca al estado a la vanguardia de la regulación de activos digitales.
