La propietaria Ashley Ann se llevó un gran susto al recibir una factura de electricidad de más de US$ 1.500 tras alquilar su casa en Airbnb. El monto extremadamente alto llamó la atención porque el consumo se produjo en apenas tres semanas, período durante el cual un huésped utilizó la residencia. Tras investigar, descubrió que el inquilino había usado la propiedad para montar una instalación de minería de Bitcoin, actividad que requiere un gran gasto de energía eléctrica.
Ashley solo entendió el origen del problema después de revisar las cámaras de seguridad externas. En las imágenes, el huésped aparece cargando diez computadoras de alto rendimiento al salir de la propiedad. Estos equipos, utilizados para minar criptomonedas, explicaban el consumo exagerado de energía. De inmediato, contactó con Airbnb y solicitó que la plataforma hiciera responsable al huésped.
El inquilino no negó la acusación. Admitió que aprovechó el alquiler para instalar las máquinas de minería y reveló que obtuvo ganancias de aproximadamente US$ 100.000 durante las tres semanas. Según él, la factura de electricidad de US$ 1.500 era irrelevante frente a sus ganancias. La propietaria logró cobrar el monto directamente al huésped, aunque la situación le generó una enorme frustración.
El episodio abrió un debate sobre la necesidad de mayor control en las plataformas de alquiler de corta duración. Como la factura de energía normalmente recae sobre el propietario, casos como este pueden generar pérdidas inesperadas. Por ello, Ashley decidió cambiar sus reglas y prohibió tanto la instalación de estaciones de carga para vehículos eléctricos como cualquier actividad de minería de criptomonedas en la casa.
Minería de Bitcoin
La situación también puso sobre la mesa la importancia de un monitoreo eficiente por parte de Airbnb. Aunque la empresa intermediara el reembolso, la plataforma necesita establecer normas específicas para impedir el uso abusivo de la energía en propiedades alquiladas.
En Brasil, las autoridades ya registraron casos similares. Recientemente, la Policía Civil de Río de Janeiro detuvo a un hombre acusado de robar electricidad para mantener una instalación clandestina de minería de Bitcoin. El incidente ocurrió en la Isla del Gobernador, donde los policías encontraron máquinas de alto rendimiento conectadas sin medidor de energía.