Después de tomar medidas para prohibir la creación de una moneda digital (CBDC) en los Estados Unidos, el presidente Donald Trump ahora apunta a los esfuerzos de los BRICS para desarrollar una moneda común.
La iniciativa de los BRICS, que tiene como objetivo reducir la dependencia del dólar y fortalecer la cooperación financiera entre sus miembros, ha sido monitoreada de cerca por Estados Unidos, según especialistas.
Subhashish Banerjee, experto indio en relaciones internacionales, comentó en una entrevista con la agencia rusa Tass que EE. UU. está atento a los avances del bloque.
Aunque no hay indicios de interferencia directa, Banerjee destacó que las discusiones sobre una moneda común de los BRICS podrían causar «desequilibrios temporales» en la comprensión global sobre el futuro del sistema financiero.
La propuesta de una moneda única de los BRICS ha ganado fuerza principalmente entre Rusia y China. Estos países buscan alternativas al dólar debido a las sanciones económicas impuestas por EE. UU.
Sin embargo, India mantiene una postura cautelosa. El ministro de Relaciones Exteriores del país, Subrahmanyam Jaishankar, reafirmó que India no apoya la desdolarización y se opone a una moneda unificada.
A pesar de esto, el bloque ha promovido activamente el uso de monedas locales en transacciones comerciales, con el fin de reducir costos y minimizar la volatilidad asociada al dólar.
Sergey Ryabkov, representante ruso en los BRICS, enfatizó que el objetivo no es abandonar el dólar. Más bien, el bloque busca mitigar los impactos de las políticas económicas de EE. UU.
En los últimos años, los miembros del bloque han firmado varios acuerdos bilaterales para realizar transacciones en monedas nacionales, reforzando su autonomía financiera.
Actualmente, los BRICS cuenta con 10 miembros, incluidos Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y las nuevas adhesiones de Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Indonesia. Además, el grupo ha establecido asociaciones estratégicas con otros países, ampliando su influencia global.
A pesar de las divergencias internas, los esfuerzos de los BRICS para reducir la dependencia del dólar y explorar una moneda común representan un desafío al dominio financiero de EE. UU.
Con Trump liderando la oposición a las CBDC, la tensión entre los dos bloques podría intensificarse. En la práctica, esto podría redefinir el panorama económico mundial en los próximos años.