Después de recibir numerosas quejas, Linea confirmó que abrirá el airdrop para todos los usuarios el próximo 10 de septiembre. La decisión se anunció tras la fuerte repercusión negativa del anuncio inicial, en el que algunos inversores se sintieron excluidos por las reglas de elegibilidad.
El proyecto, considerado una de las iniciativas más prometedoras de Consensys, estaba bajo presión desde que se abrió la consulta para determinar quién tendría derecho a los tokens. Muchos usuarios se frustraron al descubrir que no cumplían los criterios mínimos.
Sin embargo, la compañía ajustó su postura y definió un nuevo modelo que amplía la participación, estableciendo un hito importante para el sector. El anuncio oficial indica que el periodo de reclamación comenzará el 10 de septiembre y se extenderá hasta el 9 de diciembre, un total de 90 días.
Los tokens se liberarán completamente, sin ningún vesting, lo que significa que todos podrán utilizar sus activos inmediatamente tras retirarlos. Este cambio ocurre en un contexto de críticas por la disparidad entre las llamadas “direcciones de calidad” y el resto de usuarios. Muchos reportaron ganancias elevadas, mientras que otros se quedaron con las manos vacías. La decisión de abrir el proceso a todos busca reducir este descontento y reforzar la imagen del proyecto como inclusivo.
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Modelo de distribución
Aun así, el modelo de distribución mantiene algunas distinciones. Linea destinará el 85 % del suministro total de tokens al ecosistema, el 10 % a usuarios iniciales y constructores estratégicos, y el resto al fondo de desarrollo, considerado el más grande de la historia entre redes emergentes.
Aunque la apertura es general, los criterios de participación siguen siendo relevantes para definir los montos recibidos. Los usuarios que participaron en Linea Voyage y Linea Surge recibirán mayores beneficios, especialmente quienes acumularon más puntos. Además, quienes hayan utilizado productos de MetaMask dentro de la red podrán recibir un incremento del 10 % en el valor del airdrop.
Otra novedad es el uso del Proof-of-Humanity (PoH), un mecanismo de verificación que busca evitar fraudes conocidos como ataques Sybil. Con ello, el proyecto refuerza su compromiso de premiar interacciones legítimas y reducir la manipulación mediante múltiples cuentas falsas.