Un trader que controlaba la dirección «0x0cdC…E955» perdió aproximadamente $21 millones de USD en tokens DAI. La pérdida ocurrió en el exchange descentralizado Hyperliquid, pero no fue por una falla de la DEX. De acuerdo con PeckShield, el robo se produjo tras el compromiso de una clave privada.
Aparentemente, el hacker logró obtener acceso a la dirección, que además de DAI contenía tokens MSYRUPUSDP. Posteriormente, el invasor convirtió los tokens robados a Ethereum (ETH), incluyendo 17.75 millones de DAI y aproximadamente 3.11 millones de MSYRUPUSDP. La cartera quedó con solo 0.04 ETH, que equivalen a unos $216 USD al precio actual.
Una clave privada es la contraseña criptográfica que prueba la propiedad de una cartera. Esto significa que cualquier persona que tenga su posesión puede mover los fondos. PeckShield no identificó inmediatamente cómo fue expuesta la clave, pero esta falla pudo deberse a algún error cometido por el dueño de la dirección.
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El mayor riesgo para las carteras
El robo de claves continúa siendo uno de los riesgos más costosos en las criptomonedas. En el primer semestre de 2025, el compromiso de claves privadas generó más de $2 mil millones de USD en activos digitales robados. Este valor es un 10% mayor que el total robado en 2022, año récord para el robo de claves privadas.
Este episodio contribuye al historial inestable de seguridad de Hyperliquid en todo su ecosistema. Hyperliquid se presenta como una corredora de perpetuos descentralizada, operando en su propia blockchain de alto rendimiento, con libros de órdenes on-chain y finalidad en menos de un segundo.
Recientemente, Chainalysis divulgó un informe sobre incautación de criptomonedas producto de robos. Entidades ilícitas controlan directamente casi $15 mil millones de USD en criptoactivos, con los fondos robados representando la categoría más grande.
Carteras vinculadas a actividades criminales poseen más de $60 mil millones de USD, con participantes del mercado que realizan operaciones en la darknet controlando más de $40 mil millones de USD. Los patrones de retiros criminales están evolucionando rápidamente, con las transferencias directas a corredoras cayendo del 40% al 15% desde 2022.
Las preferencias por activos varían significativamente: los hackers típicamente liquidan operaciones con stablecoins en hasta 90 días, mientras que el Bitcoin (BTC) presenta patrones de retención más largos. Esto puede explicarse por la mayor liquidez de las stablecoins, mientras que la escasez de Bitcoin incentiva a los hackers a realizar pocos movimientos.
Hasta el cierre de esta nota, ni Hyperliquid ni PeckShield habían identificado al posible autor del ataque.