El Token Grass, lanzado por la plataforma Grass Network en la blockchain Solana, prometía innovar al recompensar a los usuarios que compartieran su ancho de banda de internet no utilizado. Sin embargo, el esperado airdrop realizado el 28 de octubre enfrentó serios problemas.
La distribución de tokens frustró a la comunidad, replicando el fracaso reciente de Hamster Kombat (HMSTR), otro proyecto que también colapsó tras su lanzamiento.
El concepto del airdrop del token GRASS parecía sencillo: recompensar a los primeros seguidores del proyecto con un 10% de la oferta total de tokens, es decir, 100 millones de unidades.
No obstante, el lanzamiento no salió según lo planeado. Muchos usuarios, especialmente aquellos con billeteras Phantom, reportaron problemas técnicos que les impidieron acceder a sus tokens. La frustración inundó las redes sociales, y Grass Network tuvo que enfrentarse a críticas intensas sobre su preparación e infraestructura.
La falta de una ejecución adecuada del airdrop debilitó la confianza de la comunidad en el proyecto. Además, los problemas técnicos causaron desilusión entre los inversores, quienes esperaban una revalorización considerable del token.
El impacto fue claro en el mercado: el rendimiento inicial del token GRASS estuvo muy por debajo de las expectativas, con un valor que cayó debido a la presión de venta y la cautela de inversores desilusionados.
Fracaso de Grass Network en el Airdrop
Grass Network se distingue por su enfoque único en el sector de la inteligencia artificial. La plataforma incentiva el uso compartido del ancho de banda ocioso de internet para recopilar datos que apoyen el entrenamiento de IA, garantizando, según la empresa, la privacidad de los usuarios.
La visión a largo plazo del proyecto consiste en crear un repositorio sostenible de datos para IA, ofreciendo un sistema de recolección descentralizado y transparente.
La idea de contribuir al desarrollo de la IA y ser remunerado por ello atrajo a muchos usuarios, especialmente en una industria donde se valora la seguridad de los datos y la privacidad.
La fundación detrás de Grass promueve esta estructura como una alternativa ética para la recolección de datos, empleando pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proofs) para validar las transacciones y asegurar la integridad de los datos.