El hackeo a Bybit y el movimiento de fondos a través de ThorChain han provocado una crisis en su ecosistema. Mientras la plataforma descentralizada vio dispararse su volumen de operaciones, expertos advierten sobre riesgos de seguridad y conflictos internos que podrían comprometer su gobernanza.
ThorChain llegó a registrar un aumento del 11% en el precio de su token RUNE, impulsado por el crecimiento en el volumen de transacciones. Sin embargo, el incremento ocurrió en medio de una gran controversia sobre el presunto uso de la red para lavado de dinero. Posteriormente, el precio retrocedió más de un 5%, cayendo a 1,20 euros (1,32 dólares), según datos de CoinGecko.
Según Arkham Intelligence, los hackers movieron 240 millones de dólares en fondos robados de Bybit a través de ThorChain. La investigación reveló que el 93% de los depósitos en ETH en ThorChain desde el 21 de febrero provienen de billeteras vinculadas a estos delincuentes. El esquema permitió a los atacantes convertir ETH en BTC, lo que dificultó el rastreo de los activos.
La revelación generó un intenso debate dentro de la comunidad ThorChain. Algunos miembros abogaron por la implementación de medidas de seguridad más estrictas, mientras que otros insistieron en mantener la descentralización absoluta de la plataforma.
La controversia se intensificó cuando Pluto, uno de los desarrolladores, anunció su salida del proyecto, alegando frustración por la falta de acción contra actividades ilícitas. Además, TCB, uno de los validadores que votó a favor de suspender las operaciones con ETH en la red, también dejó el proyecto, advirtiendo sobre riesgos para la seguridad nacional.
A pesar de la presión, el fundador de ThorChain, John-Paul Thorbjornsen, defendió la postura de la plataforma. Argumentó que las direcciones utilizadas por los hackers no estaban oficialmente incluidas en listas de organismos como la OFAC o el FBI, y que la responsabilidad de bloquear transacciones recae en los exchanges centralizados.
Con más de 1.380 millones de euros (1.500 millones de dólares) robados en el ataque a Bybit, la situación coloca a ThorChain en el centro de un debate sobre el papel de las plataformas descentralizadas en delitos financieros. El futuro de la red dependerá de cómo su gobernanza responda a la crisis.