La Fundación Solana ha iniciado una reestructuración en su programa de delegación de validadores que podría impactar directamente la gobernanza de la red. A partir de esta semana, por cada nuevo validador que se incorpore al programa, se eliminarán tres validadores antiguos, siempre que cumplan ciertos criterios.
La medida podría retirar al menos a 150 validadores en los próximos ciclos, generando preocupación sobre una posible centralización temporal del control de la red. Sin embargo, la Fundación asegura que la decisión busca fortalecer la descentralización a largo plazo.
La nueva norma afectará a validadores que tengan menos de 1.000 SOL en stake externo y que formen parte del programa de delegación desde hace más de 18 meses. Ben Hawkins, responsable del ecosistema de staking de Solana, defendió el cambio.
“Estamos reduciendo la dependencia de la delegación centralizada de la Fundación para dar más espacio a quienes realmente contribuyen a la red”, afirmó Hawkins en un comunicado oficial en el Discord de Solana.
La presidenta de la Fundación, Lily Liu, calificó a estos validadores como «VINO» —Validadores solo en nombre—, subrayando que la nueva política busca atraer operadores más activos y comprometidos. Según Liu, estos ajustes representan un avance importante: “Esto marca un logro clave para Solana y su visión a largo plazo”, destacó.
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La comunidad reacciona ante el cambio en Solana y señala riesgos
En redes sociales, la decisión generó opiniones divididas. Algunos usuarios reconocieron la necesidad de reforzar la descentralización, mientras que otros advirtieron que el recorte podría concentrar el poder en manos de unos pocos validadores con gran volumen de stake.
«Menos validadores significa menos diversidad y mayor riesgo de manipulación, aunque sea temporal», comentó el usuario @thelawrenceyan en X (antes Twitter).
Aun así, los inversores demostraron creciente confianza en la red. En la misma semana en que se anunció la nueva política, una sola dirección realizó un stake de 350.000 SOL (aproximadamente 51 millones de dólares o 48 millones de euros) en Marinade Finance, uno de los mayores protocolos de Solana. Según las proyecciones de la plataforma, esta operación podría generar un rendimiento de 30.000 SOL al año, reforzando el interés institucional en la blockchain.
Este movimiento indica que, a pesar de las críticas a la Fundación, el mercado sigue viendo a Solana como una opción sólida a largo plazo para inversores y desarrolladores.
