El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Paul Atkins, está liderando un esfuerzo para crear una “taxonomía de tokens”. Según Atkins, el objetivo es establecer qué criptomonedas quedarán bajo el marco regulatorio de la SEC.
Durante un discurso en la Conferencia Fintech, organizada por el Banco de la Reserva Federal de Filadelfia, Atkins presentó sus planes para esta nueva taxonomía. El proyecto se basará en el famoso Test de Howey, pero con adaptaciones específicas para cada caso.
El Test de Howey proviene de un caso de la Corte Suprema de EE. UU. de 1946. Este test establece una serie de preguntas que determinan si un activo constituye o no un valor mobiliario. Si un producto de inversión cumple con los criterios del test, pasa a estar sujeto a las leyes de la SEC. Ahora, la agencia pretende aplicar esa clasificación a un conjunto de criptomonedas.
“En los próximos meses, preveo que la Comisión considerará el establecimiento de una taxonomía de tokens basada en el análisis de contratos de inversión de Howey, reconociendo que existen principios limitadores en nuestras leyes y regulaciones”, afirmó Atkins.
Las criptomonedas pueden formar parte de un contrato de inversión, pero eso no significa que permanezcan así para siempre. El presidente de la SEC señaló que sus características pueden cambiar, haciendo que ciertos tokens dejen de estar bajo la jurisdicción de la agencia. La nueva taxonomía servirá, precisamente, para definir cómo y cuándo se producirá esa “transición”.
Clasificación de las criptomonedas
Durante el gobierno de Donald Trump, especialmente en los primeros meses de 2025, la SEC adoptó un enfoque radicalmente distinto hacia las criptomonedas. Bajo la gestión de Gary Gensler, en la administración de Joe Biden, la agencia mantuvo una postura restrictiva, llegando a demandar a varias empresas del sector.
Gensler sostenía que la mayoría de las criptomonedas eran valores mobiliarios y emprendió acciones legales contra las compañías que las negociaban. Sin embargo, bajo la gestión de Paul Atkins, la SEC tomó un rumbo diferente. En septiembre, la agencia reafirmó su posición de que la mayoría de los tokens existentes no cumplen con los criterios del Test de Howey.
Desde entonces, la SEC archivó varias investigaciones sobre criptomonedas y organizó mesas redondas para debatir el tema. Recientemente, la agencia aprobó reglas que eximen a las empresas que buscan innovar en el mercado cripto, bajo la dirección de la comisionada Hester Peirce. Estas nuevas prácticas buscan mantener la supervisión del sector sin limitar el desarrollo de proyectos legítimos.
Atkins también adoptó una posición clara respecto a qué partes del ecosistema de activos digitales estarán bajo la jurisdicción de la SEC. Reiteró que los valores tokenizados, como acciones convertidas en tokens en una blockchain, seguirán siendo considerados valores mobiliarios.
Mano firme contra el fraude
Finalmente, Atkins aseguró que la agencia y otros organismos reguladores continuarán investigando fraudes. Subrayó que la SEC no planea “relajar la supervisión” sobre los proyectos que operan de forma fraudulenta.
“Permítanme ser claro respecto a lo que esta estructura no representa: no es una promesa de supervisión laxa por parte de la SEC”, dijo Atkins. “Fraude es fraude.”
En el pasado, Atkins también se refirió a los “superaplicativos” (Super Apps), que según él permitirían negociar y custodiar múltiples activos bajo una única licencia regulatoria. El miércoles, el presidente de la SEC confirmó que ha instruido a su equipo para avanzar en ese desarrollo.
“He solicitado al equipo de la Comisión que prepare recomendaciones para que la Comisión considere la posibilidad de negociar tokens vinculados a contratos de inversión en plataformas no reguladas por la SEC, ya sea registrada ante la CFTC (Commodity Futures Trading Commission) o bajo un régimen regulatorio estatal”, explicó Atkins.


