La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha impuesto más de $7.4 mil millones en multas a la industria de criptomonedas desde 2013. Este año, impulsado por una sanción récord de $4.47 mil millones a Terraform Labs, ya se convirtió en el de mayor recaudación en sanciones, según un informe de Social Capital Markets, publicado este martes.
El estudio revela que, a pesar de la reducción en el número de sanciones, que pasaron de 30 en 2022 a 11 en lo que va de 2024, el valor total de las multas aumentó considerablemente, alcanzando los $4.7 mil millones este año. Este aumento se atribuye en gran medida a la sanción contra Terraform Labs, una de las mayores impuestas por la SEC hasta la fecha.
Social Capital Markets señala que el valor creciente de las sanciones refleja un cambio estratégico en la forma en que la SEC actúa contra la industria de criptomonedas. “El enfoque ha pasado de un mayor número de casos a sanciones de mayor impacto financiero”, detalla el informe. Esta tendencia sugiere que el regulador está priorizando los grandes casos de incumplimiento, lo que obliga a las empresas cripto a enfocarse más en cumplir con las normativas vigentes.
Desde 2013, la SEC ha emitido 148 sanciones relacionadas con criptomonedas, 63 de ellas dirigidas a empresas e individuos del sector. Las multas incluyen tanto a empresas que operan con criptomonedas como a figuras clave en la industria. Según el informe, las sanciones impuestas a lo largo de estos años suman un total de $7.4 mil millones.
Además de la multa masiva impuesta a Terraform Labs, otra sanción destacada fue la de $1.2 mil millones contra Telegram en 2020. La compañía fue penalizada por lanzar una venta no registrada de tokens digitales como parte de su proyecto blockchain TON, lo que obligó a Telegram a devolver más de $1 mil millones a los inversores.
La SEC ha dejado claro que continuará vigilando de cerca las operaciones dentro del sector cripto, con el objetivo de garantizar que las empresas y los individuos cumplan con las normativas del mercado financiero. Las crecientes sanciones económicas subrayan la importancia de la conformidad regulatoria, mientras el regulador se enfrenta a una industria que sigue en expansión.