La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) ha desmantelado recientemente varios esquemas Ponzi en el país. Uno de ellos involucra a un ex-CEO de un banco en Kansas, condenado a 24 años tras perder millones en estafas de «pig butchering». Según la SEC, este CEO robó dinero del banco para organizar el fraude.
Sin embargo, el golpe principal del día se centró en un esquema de criptomonedas que generó pérdidas superiores a los US$ 60 millones. La SEC acusó a dos hermanos de organizar la estafa, que involucraba robots falsos de criptomonedas. Se estima que los estafadores engañaron a unas 80 personas con este esquema.
80 personas engañadas en esquema Ponzi
Según el registro de la SEC, los hermanos Jonathan y Tanner Adam dirigían dos empresas, GCZ Global LLC y Triten Financial Group LLC. En ambas, los hermanos vendían supuestos robots que prometían grandes ganancias a través de operaciones con criptomonedas.
Jonathan, quien ha sido condenado tres veces por fraude de valores, falsificó sus antecedentes para ganarse la confianza de los inversionistas. Ambos prometían retornos superiores al mercado a quienes «invirtieran» en los robots del esquema.
Esta estafa duró más de un año y perjudicó a inversores entre enero de 2023 y junio de 2024. Jonathan y Tanner llegaron a prometer retornos mensuales del 13,5%, muy por encima del 5,5% anual que ofrece la tasa de interés en Estados Unidos.
Además, los hermanos mintieron sobre el desarrollo de bots automatizados de negociación de criptomonedas para identificar oportunidades de arbitraje. Alegaron usar los fondos de los inversionistas como un fondo común mediante contratos inteligentes para financiar préstamos rápidos orientados al arbitraje.
Sin embargo, la investigación de la SEC reveló que dicho fondo no existía y que los fondos de los usuarios fueron utilizados para ganancias personales.
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Autos, condominios y lujos
Los hermanos Adam aseguraron a los inversores que sus fondos estarían protegidos en contratos inteligentes, sin acceso para nadie. No obstante, ellos mismos desviaron los fondos para uso personal.
De los US$ 61,5 millones recaudados, US$ 53,9 millones se destinaron a gastos personales. La demanda alega que los hermanos financiaron la construcción de un condominio de US$ 30 millones en Miami con el dinero de los clientes.
También desviaron US$ 1,8 millones para construir una casa en Texas, así como US$ 480,000 para comprar autos, camiones y otros vehículos deportivos. Las cuentas «oficiales» del esquema contenían solo US$ 400,000 en efectivo de los inversores.