El Reino Unido acaba de dar un paso histórico para el futuro de las finanzas digitales. Un proyecto de ley que reconoce formalmente a las criptomonedas como propiedad personal recibió el consentimiento real este martes (2), lo que significa que ya es ley. Esto significa que el Bitcoin, Ethereum u otras criptomonedas, incluidas las stablecoins, tienen la misma protección legal que un coche o una casa.
La medida, impulsada tras recomendaciones de la Comisión Jurídica de Inglaterra y Gales en 2024, busca blindar a los usuarios frente a robos, fraudes y disputas sucesorias, poniendo fin a años de vacíos legales que complicaban la resolución de conflictos en los tribunales.
¿Qué cambió en la legislación de Reino Unido?
Resulta que el derecho consuetudinario británico, sistema basado en decisiones judiciales y no en códigos escritos, ya había establecido precedentes sobre la naturaleza de las criptomonedas. Sin embargo, faltaba claridad.
La Comisión Jurídica, en un informe de 2024, detectó el problema y argumentó que los activos digitales no encajan en las dos categorías tradicionales de propiedad personal del Reino Unido, que predecían las «cosas en posesión» (objetos tangibles como un reloj) y las «cosas en acción» (derechos intangibles como un contrato).
Según la nueva ley, «una cosa de naturaleza digital o electrónica» puede ser objeto de derechos de propiedad personal, aunque no sea ni tangible ni un simple derecho contractual. Así que ahora las criptomonedas tienen su propio espacio legal.
Más claridad y seguridad para los inversores
Con la aprobación de la nueva ley de propiedades de criptomonedas, los ciudadanos ingleses tienen más garantías para la protección de sus inversiones. Si alguien reclama tus Bitcoins, ahora tienes una base legal sólida para demostrar que son tuyos, sea parea recuperar activos robados o para procesos de insolvencias y herencias.
La ley forma parte de una estrategia más amplia del gobierno británico para posicionar al país como un centro global de criptomonedas. En abril del año pasado, el Reino Unido reveló planes para un régimen regulatorio que sometería a las empresas del sector a reglas similares a las de otras compañías financieras tradicionales. La idea es simple: innovación sí, pero con protección al consumidor.
¿Funciona la estrategia? Por ahora, todo apunta a que sí. La nueva ley da al país «una base legal clara para la propiedad y transferencia» de activos digitales. Eso facilita el desarrollo de productos financieros más sofisticados, como activos tokenizados del mundo real o mercados digitales más seguros. Así que empresas y startups del sector tienen menos motivos para irse a jurisdicciones como Suiza o Malta.
Reino Unido no es el primer país en abordar esto, pero tampoco llega tarde. La Unión Europea implementó su reglamento MiCA (Markets in Crypto-Assets) en 2023, que también busca claridad regulatoria. Estados Unidos, por su parte, sigue debatiendo entre agencias como la SEC y la CFTC sobre quién debe supervisar.
La diferencia británica está en la velocidad y la especificidad. Mientras otros países intentan encajar las criptomonedas en marcos existentes, el Reino Unido ha creado una categoría legal propia. Eso puede dar ventaja competitiva al território.


