Por primera vez a gran escala, los mineros de Bitcoin están aceptando transacciones con tarifas cercanas a cero, lo que marca un cambio importante en la lógica de funcionamiento de la red. Según el desarrollador Mononaut, vinculado al sitio web mempool.space, más del 26% del hashrate global ya está comprometido con este nuevo estándar.
Mononaut afirma que cuatro pools de minería —Mara Pool, F2Pool, SpiderPool y Luxor— lideran este movimiento. Ahora incluyen en sus bloques transacciones con menos de 1 satoshi por byte virtual (sat/vB), algo que antes era rechazado por casi toda la red.
Esta práctica altera una de las reglas no escritas de Bitcoin: los mineros siempre priorizaban las transacciones con tarifas más altas, ya que el espacio en los bloques es limitado y las ganancias dependen de esto. Ahora, esta nueva tendencia pone en debate los incentivos financieros que sustentan la seguridad de la red.
Un satoshi equivale a 0,00000001 BTC, o aproximadamente 0,000012 euros. Por lo tanto, procesar transacciones con menos de 1 sat/vB significa renunciar a ingresos inmediatos a cambio de otras ventajas, que aún están siendo discutidas entre los desarrolladores.
La reciente decisión de Luxor también llama la atención. El pool rompió con el modelo seguido por Antpool y sus aliados, y empezó a desarrollar plantillas propias que priorizan las transacciones de bajo costo. Esta iniciativa podría ser una estrategia para atraer nuevos usuarios o incluso para probar modelos alternativos de gestión de bloques.
Mineros de Bitcoin
SpiderPool, por ejemplo, llegó a minar una transacción con tarifa cero en el bloque 904994. Este comportamiento desafía el concepto tradicional de MEV (valor máximo extraíble), que es la práctica de reordenar o incluir transacciones para obtener el máximo beneficio por bloque minado.
Los expertos creen que estos pools están probando el uso de bloques para fines alternativos, como almacenar datos o tokens directamente en la blockchain, aunque esto signifique perder ingresos por tarifas a corto plazo. Este enfoque podría favorecer la innovación, pero también plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad y la seguridad de la red.
Además, el sitio mempool.space —conocido por monitorear el tráfico de la red Bitcoin— también ha comenzado a retransmitir transacciones con tarifas por debajo de 1 sat/vB. Sin embargo, la herramienta todavía mantiene límites estrictos para las sustituciones de transacciones, lo que puede dificultar la vida de quienes intentan acelerar los envíos mediante el método RBF (Replace-by-Fee).
A corto plazo, el impacto de esta nueva tendencia podría ser pequeño. Pero si más mineros se suman, Bitcoin podría pasar por una transformación silenciosa. En lugar de priorizar las ganancias inmediatas, algunos bloques comenzarán a reflejar intereses estratégicos o a largo plazo, alterando la lógica que ha sustentado la red desde su creación.
Este cambio podría marcar el inicio de una nueva fase para Bitcoin. Más flexible, más abierta y tal vez, en ciertos aspectos, menos predecible. El mercado y los desarrolladores siguen de cerca este desarrollo.