Microsoft dio un nuevo paso audaz hacia el mercado de las criptomonedas y la inteligencia artificial. La compañía firmó un acuerdo por USD 9.700 millones con IREN Limited (IREN), una de las mayores empresas de minería de Bitcoin del mundo. El contrato, con una duración de cinco años, contempla el uso de la infraestructura de IREN para operaciones de GPU orientadas a la inteligencia artificial (IA).
La alianza, anunciada el pasado domingo (3), representa un cambio estratégico tanto para Microsoft como para IREN. Mientras el gigante tecnológico busca ampliar su capacidad de cómputo en IA sin depender exclusivamente de sus propios centros de datos, la minera de Bitcoin diversifica sus operaciones en un momento de inestabilidad en los precios de las criptomonedas.
Según el comunicado, IREN proporcionará a Microsoft acceso a procesadores NVIDIA GB300, considerados el estándar de oro en rendimiento de IA. Estos equipos se entregarán de forma progresiva hasta 2026 y formarán parte de un nuevo complejo de centros de datos de alta densidad en Childress, Texas, con una capacidad eléctrica de 750 megavatios (MW).
La nueva infraestructura incluirá sistemas de refrigeración líquida, una tecnología utilizada para mantener temperaturas estables en operaciones intensivas. IREN informó que el proyecto se desarrollará en cuatro fases, con capacidad para soportar hasta 200 MW de carga computacional crítica.
Además, la minera firmó un contrato por USD 5.800 millones con Dell Technologies para la compra de GPUs y otros equipos complementarios. La inversión conjunta muestra que el objetivo de la empresa no es solo minar Bitcoin, sino también ofrecer poder computacional para el crecimiento global de la IA, un sector cada vez más dependiente de la infraestructura energética y tecnológica a gran escala.
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Microsoft invierte en minería de Bitcoin y las acciones suben
El impacto del acuerdo en el mercado fue inmediato. Las acciones de IREN subieron un 20%, pasando de USD 60,75 a casi USD 73 en solo 24 horas. Aunque el precio retrocedió a USD 67,75 tras la euforia inicial, el salto refleja el optimismo de los inversores ante el nuevo modelo de negocio.
Expertos señalan que la asociación posiciona a IREN estratégicamente para cubrir la creciente demanda de energía y cómputo en IA, al mismo tiempo que refuerza la imagen de Microsoft como uno de los grandes inversores en la intersección entre tecnología y blockchain.
La unión entre minería y inteligencia artificial empieza a convertirse en tendencia. Recientemente, empresas como TeraWulf (WULF) también cerraron acuerdos con Google y Morgan Stanley para expandir centros de datos en Estados Unidos. Este movimiento indica que las mineras tradicionales se están reinventando para adaptarse a la nueva era del cómputo en IA, donde el uso de GPUs y energía limpia se consolida como un activo estratégico.


