El CEO de MicroStrategy, Michael Saylor, volvió a captar la atención al comentar el debate técnico que domina a la comunidad de Bitcoin en los últimos meses: el límite del OP_RETURN. La discusión gira en torno a cambios que podrían modificar la forma en que se almacenan datos adicionales en los bloques de la red. Sin embargo, a pesar de su influencia, Saylor terminó ofreciendo declaraciones que sonaron vagas y poco concretas para los especialistas del sector.
Durante el evento Bitcoin Corporate Day 2025, celebrado en Praga, Saylor aseguró que confía en que los desarrolladores de Bitcoin Core actúan con buenas intenciones. No obstante, recalcó que las buenas intenciones no garantizan seguridad. Según el ejecutivo, el mayor riesgo para la red proviene de un programador talentoso que intente “hacer algo bueno” sin medir las consecuencias.
Explicó que cambios de segundo o tercer nivel, como los relacionados con OP_RETURN, pueden parecer inofensivos, pero esconden riesgos serios. Para Saylor, solo modificaciones de primer nivel —como el tamaño de los bloques— o de nivel atómico —como la emisión total de bitcoins— deberían recibir más atención. En este punto, su postura se alineó con la filosofía de Bitcoin Knots, que defiende un protocolo rígido y enfocado exclusivamente en el uso monetario.
Al analizar la resistencia de la comunidad al aumento del límite de OP_RETURN a 100.000 bytes, Saylor consideró la respuesta “saludable” y necesaria. Subrayó que el escepticismo ante cambios aparentemente pequeños demuestra madurez, ya que esas modificaciones podrían abrir la puerta a ajustes más profundos y riesgosos.
Michael Saylor habló mucho, pero no dijo nada
A pesar de sus palabras, sus declaraciones no ofrecieron caminos concretos para resolver el impasse. Especialistas calificaron su intervención como un apoyo vago, ya que únicamente insistió en la importancia de la prudencia, pero no presentó propuestas claras sobre el futuro de la red. El discurso terminó siendo interpretado como “hablar mucho sin decir nada”, lo que decepcionó a parte de la audiencia.
De manera indirecta, Saylor se acercó a la línea de pensamiento de Bitcoin Knots, que defiende un uso estrictamente financiero de la red. Por otro lado, los desarrolladores de Bitcoin Core consideran legítimo reservar espacio en los bloques para aplicaciones que vayan más allá de la función monetaria. Esta divergencia refleja el dilema entre mantener la red inmutable o permitir mayor flexibilidad de uso.
Al final, Saylor reiteró su visión de que las buenas ideas pueden diluir las grandes ideas y terminar perjudicando el proyecto. Sin embargo, al no proponer soluciones concretas, el ejecutivo mantuvo la incertidumbre en torno a la gobernanza de Bitcoin, sin aportar claridad en un debate que exige objetividad.
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