Una nueva fuente de tensión para el mercado de criptomonedas podría venir desde Japón, debido al fortalecimiento del yen y al aumento en el rendimiento de los bonos japoneses a 30 años. Esta situación podría llevar al gobierno japonés a tomar medidas que perjudiquen el precio de las criptomonedas y potencialmente frenen el ciclo alcista del Bitcoin.
El martes 15 de abril, el rendimiento de los bonos a 30 años de Japón se disparó hasta el 2,793 %, su nivel más alto desde 1994. Con esta subida, el yen también se apreció frente al dólar, cotizando por debajo de los 150 yenes por dólar esta semana.
Este tipo de bono suele anticipar los movimientos en la tasa de interés de referencia del país. En ese sentido, analistas de Goldman Sachs, liderados por el ex economista jefe del Banco de Japón (BoJ), Akira Otani, creen que el banco central podría subir los tipos de interés, lo que afectaría el carry trade y encarecería los activos de riesgo.
Según los economistas, el nivel clave para el yen está en los 130 yenes por dólar. Si la moneda sigue apreciándose, el BoJ podría frenar las subidas de tipos y ajustar sus previsiones de inflación para 2026.
Por otro lado, si el yen cae por encima de los 160 por dólar, el BoJ podría verse obligado a aplicar una política monetaria más estricta, con nuevas subidas de tipos. Actualmente, la tasa de interés en Japón se sitúa en el 0,5 % anual, la más baja entre las economías desarrolladas.
Tal como ocurrió en 2024, una subida adicional en los tipos japoneses podría reducir la rentabilidad del carry trade, lo que repercutiría directamente en el precio del Bitcoin (BTC) y otros activos de riesgo.
¿Fin del ciclo alcista del Bitcoin?
El precio del Bitcoin suele beneficiarse en contextos de alta liquidez global, es decir, cuando hay mucho dinero en circulación. Esto ocurre, por ejemplo, cuando los bancos centrales bajan los tipos de interés, abaratando el crédito.
Además, los tipos bajos hacen que las inversiones tradicionales en renta fija pierdan atractivo, empujando a los inversores hacia activos con mayor riesgo, como las acciones o el propio BTC.
Sin embargo, con tipos más altos, la renta fija vuelve a ser una opción atractiva, y el capital institucional tiende a alejarse de los activos especulativos como las criptomonedas.
A esto se suma que unos tipos más elevados en Japón reducirían el atractivo del carry trade, una práctica que consiste en pedir prestado en una moneda con intereses bajos (como el yen) para invertir en países con tasas más altas. La última vez que esta estrategia se vio comprometida, el precio del Bitcoin sufrió una fuerte corrección.
“El carry trade con el yen funciona cuando los inversores piden préstamos en yenes a tasas muy bajas. Pero con el aumento del rendimiento de los bonos, ya no hay tanta necesidad de usar yenes para buscar rentabilidad fuera”, explicó Agne Linge, directora de crecimiento del banco WeFi.
Otros analistas señalan que la reciente estabilidad del Bitcoin, cotizando cerca de los US$ 85.600 (unos € 80.200), podría no durar si Japón endurece aún más su política monetaria.
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Los riesgos del control de la curva
El control de la curva de rendimientos (Yield Curve Control, o YCC) es una herramienta de política monetaria mediante la cual el banco central fija tipos de interés específicos para bonos a largo plazo, comprando o vendiendo deuda pública según sea necesario.
Durante años, Japón mantuvo un férreo control sobre los rendimientos, impidiendo que los bonos a largo plazo superaran el 2 %. Pero con las últimas subidas, el BoJ podría flexibilizar esta política y permitir una mayor fluctuación.
Según Aravanan Pandian, CEO de la exchange KoinBX, este cambio podría tener consecuencias mucho más amplias que las que afectan únicamente al Bitcoin o a las criptomonedas. “Podría desencadenar una revisión completa de la autonomía de los bancos centrales y la sostenibilidad de la deuda global”, señaló.