Los activos digitales están polarizando el mundo en dos vertientes: criptomonedas volátiles o monedas digitales de Bancos Centrales.
En el caso de Estados Unidos, la estrategia de país incluye Bitcoin. Sin embargo, Europa piensa en la creación de un euro digital amparado por el Banco Central Europeo (BCE).
Europa y las CBDC
La Unión Europea avanza en el desarrollo de una moneda digital de banco central (CBDC). El Banco Central Europeo (BCE) publicó un informe de situación sobre la fase de preparación del euro digital, la CBDC que planea lanzar dicha región.
La idea en esta fase, según explica el comunicado del BCE, es llevar a cabo una serie de actividades de investigación y experimentación con los usuarios para recabar información sobre sus preferencias. Los datos servirán para fundamentar la toma de decisiones sobre la CBDC a finales del año entrante.
El BCE, junto con expertos de los bancos centrales nacionales del eurosistema, buscan desarrollar una metodología que permita fijar límites de tenencia de euros digitales.
El objetivo es equilibrar la experiencia de usuario con las implicaciones que tendría la CBDC en la política monetaria y la estabilidad financiera de la región.
Las CBDC pierden enfoque de los bancos
Según informes del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF), el 13% de los bancos centrales cree que las CBDC son el enfoque más prometedor para el futuro de los pagos globales. Entre estos bancos se incluye el BCE.
Este porcentaje también representa una caída significativa del interés, respecto a 2023, cuando la disposición a lanzar CBDC era de 31%.
Una de las grandes dificultades que atraviesan las CBDC son los pagos transfronterizos, que resultan complicados con las monedas digitales de los Bancos Centrales. El 47% de los bancos encuestados afirmó que los sistemas de pago instantáneo son la vía más prometedora para mejorar los pagos transfronterizos.
El énfasis también se puso en la tokenización de activos, pues más del 40% de los bancos centrales encuestados piensa que es la opción más prometedora. Esperan comenzar a trabajar en ella en los próximos tres a cinco años.
Se observa así que este interés decreciente por las CBDC, y la preferencia por las redes de pago instantáneo y la tokenización, lleva a los bancos centrales a dar prioridad a soluciones más pragmáticas para las transacciones transfronterizas.