La Reserva Federal de Estados Unidos (equivalente al banco central del país) revocó las directrices anteriores que limitaban la participación de los bancos en actividades relacionadas con criptomonedas y tokens respaldados por dólares. El anuncio, realizado el 24 de abril, representa un cambio importante en la regulación bancaria respecto al sector cripto.
El principal ajuste afecta a una carta de supervisión emitida en 2022, que exigía a las entidades financieras notificar previamente a los reguladores antes de participar en operaciones con criptoactivos. A partir de ahora, ya no será necesario ese aviso previo. En su lugar, estas actividades estarán sujetas al monitoreo habitual dentro del proceso de supervisión regular.
Además, la Reserva Federal también eliminó una norma de 2023 que obligaba a los bancos estatales miembros a obtener una «no objeción» oficial para involucrarse con stablecoins (monedas estables vinculadas al dólar). Según esa directriz, los bancos debían demostrar que contaban con infraestructura adecuada para gestionar los riesgos asociados.
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Mayor flexibilidad para los bancos en el ecosistema cripto
Otras agencias reguladoras también han dado marcha atrás. La Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) retiraron dos comunicados emitidos en 2023 que advertían sobre los riesgos de liquidez y volatilidad vinculados al uso de criptomonedas.
Según las autoridades, estos cambios abren espacio para nuevas directrices que fomenten la innovación sin comprometer la estabilidad del sistema financiero. El movimiento también sugiere una posible reconciliación entre el sector bancario tradicional y las empresas cripto, luego de años de restricciones, especialmente bajo la nueva administración estadounidense, favorable a los activos digitales.
David Wells, CEO de Enclave Markets, señaló que el sector cripto sigue siendo el único gran mercado donde los bancos no pueden otorgar crédito. Según él, si los activos digitales llegan a ser aceptados como colateral líquido, esto podría liberar grandes volúmenes de capital y atraer inversiones de gestores de activos institucionales. En cifras, esto podría movilizar cientos de millones de dólares o euros, dependiendo del mercado. Esto aumentaría la liquidez del sector y lo acercaría a mercados tradicionales como los de acciones, materias primas o bonos.
Por su parte, Farzam Ehsani, CEO de la plataforma VALR, sostuvo que la aceptación regulatoria de las criptomonedas se convertirá en una tendencia global. En su opinión, todas las jurisdicciones terminarán adoptando posturas similares, como ya viene ocurriendo en varios países.