Un nuevo indicio de mercado bajista ha surgido, ya que gobiernos de todo el mundo están endureciendo las restricciones contra los cajeros automáticos de Bitcoin (ATMs), citando riesgos de fraude, lavado de dinero y actividades delictivas. Reguladores de Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido e incluso Estados Unidos han intensificado las medidas, generando serias preocupaciones sobre el futuro de estas máquinas.
En Nueva Zelanda, las autoridades mencionaron los cajeros de Bitcoin en múltiples ocasiones en el Informe Nacional de Riesgos, vinculándolos con el tráfico de drogas, fraudes y extorsiones. Las agencias gubernamentales exigen acciones inmediatas para evitar delitos financieros relacionados con estos dispositivos.
En Australia, los reguladores también han iniciado una represión más estricta, lo que confirma una tendencia global hacia restricciones severas en estos quioscos.
En el Reino Unido, la presión contra los cajeros automáticos no registrados ya ha resultado en arrestos. Un tribunal de Londres condenó a un hombre a cuatro años de prisión por operar máquinas sin licencia, considerando esta práctica un delito grave. Las autoridades en Escocia también han alertado a los ciudadanos sobre estafas financieras relacionadas con estos quioscos.
Según datos de CoinATM Radar, actualmente operan 37.796 cajeros automáticos de criptomonedas en todo el mundo. La mayoría de estos dispositivos admiten Bitcoin (BTC). Empresas de 69 países gestionan estos cajeros, mientras que 357 operadores y 40 fabricantes garantizan su funcionamiento.
Regulación en EE. UU.: ¿un modelo a seguir?
En Estados Unidos, la estrategia se centra en una regulación estricta en lugar de una prohibición total. Por ejemplo, el estado de Nebraska ha propuesto un proyecto de ley que busca limitar los montos de transacción, exigir licencias y reforzar las normas de cumplimiento para los ATMs de Bitcoin.
El gobernador Jim Pillen destacó que, aunque el sector cripto es prometedor, es necesario implementar medidas de seguridad para evitar abusos y delitos financieros.
Si bien ningún gobierno ha prohibido por completo estas máquinas, el aumento de la regulación indica un consenso global cada vez mayor sobre los riesgos involucrados. Si los ATMs de Bitcoin siguen siendo asociados con actividades ilícitas, podrían enfrentar restricciones severas en todo el mundo, lo que afectaría su papel en el ecosistema cripto.
Con la represión en marcha, muchos expertos ven esto como una señal clara de mercado bajista, ya que los gobiernos tienden a endurecer las regulaciones y aumentar la supervisión sobre las criptomonedas en tiempos de incertidumbre. Esta misma dinámica se observó en los mercados alcistas de 2017 y 2020-2021.
