El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) presentó una demanda de decomiso civil para asumir el control de unos 127.000 BTC, valorados en aproximadamente 14.200 millones de dólares. Se trata del monto incautado la semana pasada, considerada la mayor confiscación de criptomonedas en la historia de Estados Unidos.
La fortuna está vinculada al pool de minería LuBian y al empresario Chen Zhi, de Camboya, presidente del Prince Group. Ambos son acusados de dirigir estafas y redes de tráfico de personas, convirtiendo las ganancias obtenidas en Bitcoin.
No obstante, el documento del DOJ plantea dudas sobre los métodos utilizados por Estados Unidos para incautar esos Bitcoins. Algunos afirman que agentes federales lograron hackear las carteras de Zhi o incluso vulnerar el propio Bitcoin, aunque no hay indicios que confirmen que eso haya ocurrido.
Tráfico y minería ilegal
En su perfil en X, la empresa Arkham Intelligence compartió que Zhi dirigía redes de tráfico de personas y operaciones de “pig butchering” (literalmente “matanza de cerdos”) a gran escala en toda Asia. Este tipo de estafa ocurre cuando delincuentes establecen relaciones falsas en línea para engañar a las víctimas.
El fraude puede implicar semanas de conversación y falsas promesas de amor. Luego, los estafadores convencen a las víctimas de invertir en plataformas de criptomonedas falsas. Una vez que el dinero es depositado, los delincuentes desaparecen y cortan todo contacto, robando los fondos invertidos.
Las estafas de inversión asociadas al Prince Group provocaron pérdidas de miles de millones de dólares y un enorme sufrimiento para víctimas de todo el mundo, incluidas personas en Nueva York. Zhi continúa prófugo y enfrenta cargos por fraude electrónico y conspiración para el lavado de dinero.
Los fiscales alegan que el acusado utilizó las ganancias ilícitas para comprar yates de lujo, jets privados, obras de arte y propiedades vacacionales. Por su parte, LuBian era uno de los mayores pools de minería de Bitcoin, con instalaciones en China e Irán, y habría sido financiado con dinero proveniente de los fraudes de Zhi.
En 2020, LuBian sufrió un ataque informático que provocó la pérdida de los mismos 127.000 BTC que hoy están bajo control del gobierno estadounidense. Este fue el mayor ataque hacker contra un pool de minería en la historia.
La solicitud del DOJ es una formalidad, ya que los BTC están actualmente bajo custodia del gobierno de Estados Unidos. Si se aprueba el decomiso oficial, los Bitcoins pasarán a formar parte de forma definitiva de las reservas estratégicas del país.
El documento del DOJ genera dudas sobre los Bitcoins
El texto del DOJ, sin embargo, no aclara cómo los Bitcoins llegaron a manos de las autoridades estadounidenses. No se sabe si los investigadores localizaron a los estafadores o si lograron acceder a las carteras por otros medios.
Cuando el DOJ anunció la incautación la semana pasada, surgieron numerosas especulaciones. Algunos afirmaron que el FBI habría aplicado a los hackers su propia táctica de “pig butchering”, esperando a que las carteras se llenaran para confiscar todos los fondos. Otros incluso sugirieron un ataque a la red de Bitcoin, algo que nunca ha sucedido.
Mientras tanto, el investigador on-chain ZachXBT señaló que esas direcciones ya estaban bajo vigilancia de las autoridades. Varias aparecían en un informe de Milky Sad de 2023, el cual indicaba que también se habían expuesto claves privadas, lo que podría haber facilitado el decomiso por parte de Estados Unidos.