El debate sobre el futuro del euro digital se intensifica a medida que se acerca una decisión clave para la Unión Europea (UE). Según fuentes del Banco Central Europeo (BCE), en octubre de este año se tomará una resolución definitiva sobre el lanzamiento de la moneda digital de banco central (CBDC).
Aunque en un principio las autoridades europeas presentaron este proceso como parte de una fase de investigación, las declaraciones de figuras clave como la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el economista jefe Philip Lane, indican que el euro digital podría convertirse en una realidad en los próximos años.
El BCE ve la introducción del euro digital como una medida crucial para enfrentar la creciente influencia de Estados Unidos, particularmente bajo la administración de Donald Trump.
Según Lane, “estamos presenciando un cambio global hacia un sistema monetario más multipolar, donde los sistemas de pago y las monedas se utilizan cada vez más como instrumentos de influencia geopolítica”.
Esta tendencia se ve reflejada en el fortalecimiento de las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense, lo que genera inquietud en Europa, donde el 99% de este tipo de activos está asociado a la moneda norteamericana.
Banco Central Europeo y la preocupación por la soberanía económica de Europa
El impacto de las políticas monetarias y comerciales de Estados Unidos en Europa es un tema central en este debate. Lane advierte que la creciente dependencia de Europa de sistemas de pago controlados por empresas estadounidenses, como Visa, Mastercard, Apple, Google y PayPal, expone al continente a “riesgos de presión y coerción económica”, lo que podría afectar la autonomía financiera de la eurozona. Para el economista, el euro digital es una herramienta clave para contrarrestar estos riesgos y asegurar que Europa mantenga el control sobre su futuro financiero.
La preocupación es evidente: las stablecoins podrían socavar el papel de los bancos centrales en el sistema de pagos, debilitando así el control de la eurozona sobre su unidad de cuenta. Este panorama ha llevado a las autoridades europeas a replantearse la necesidad urgente de desarrollar una CBDC que garantice la estabilidad y la soberanía de la región.
Fortaleciendo el euro en el contexto global
A nivel global, la dolarización digital se ha convertido en una amenaza latente para las economías que buscan mantener el control de su sistema financiero. En este contexto, el BCE considera esencial que las jurisdicciones europeas busquen afirmar su independencia mediante el euro digital. Lane subraya que esta moneda digital representa una solución para mitigar los riesgos económicos derivados de la influencia extranjera y asegurar la estabilidad financiera de la eurozona.
“El euro digital no solo consiste en adaptar nuestro sistema monetario a la era digital, sino en garantizar que Europa controle su destino monetario y financiero, en un contexto de creciente fragmentación geopolítica”, enfatizó Lane.
A pesar de las preocupaciones planteadas por algunos ciudadanos y sectores, como los defensores del bitcoin, que alertan sobre los peligros de un control centralizado de la economía, las autoridades del BCE parecen firmemente comprometidas con el proyecto. De hecho, en una reciente publicación, el economista David Battaglia advirtió en redes sociales que la adopción del euro digital es una “pesadilla distópica” que está a punto de hacerse realidad.
Por otro lado, a nivel global, otros bancos centrales también están evaluando si avanzar con sus propios proyectos de CBDC, lo que pone de manifiesto la creciente competencia por el dominio del futuro sistema financiero digital.
