El mes de julio marcará un punto de inflexión para el sector de las criptomonedas en Estados Unidos. La afirmación proviene de David Sacks, asesor de la Casa Blanca para activos digitales e inteligencia artificial.
Según él, julio será “un gran mes”, destacando la importancia de la nueva agenda legislativa en el Congreso para desbloquear el mercado.
El Senado de EE. UU. ha acelerado las discusiones sobre dos proyectos de ley clave: el GENIUS Act, centrado en las stablecoins, y el CLARITY Act, destinado a definir la supervisión de los exchanges y criptoactivos en general. Según Sacks, la aprobación de estas medidas podría finalmente proporcionar la claridad regulatoria que el mercado de criptomonedas ha estado pidiendo durante años.
Según los senadores Tim Scott y Cynthia Lummis, el Congreso sigue un cronograma estricto. El plan prevé la presentación de un borrador final antes del receso de agosto. Luego, el texto debe debatirse en el comité a principios de septiembre, con la votación final prevista para finales de ese mes.
El CLARITY Act busca delimitar las responsabilidades entre la SEC y la CFTC, dos agencias que disputan el control sobre los activos digitales. La propuesta también establece normas claras para las plataformas de intercambio, corretoras y plataformas descentralizadas. Por su parte, el GENIUS Act, aprobado en el Senado el 17 de junio, se enfoca en la regulación de las stablecoins, exigiendo solvencia, transparencia e integración al sistema bancario.
El futuro de las criptomonedas
A pesar del optimismo, algunos expertos señalan riesgos en la acelerada toma de decisiones. El propio Sacks criticó partes de la Ley GENIUS. Según él, la prohibición de pagar intereses a los usuarios de stablecoins fue un “acuerdo forzado por los bancos tradicionales”, interesados en frenar la competencia. Esta limitación, que argumenta el asesor, podría debilitar la innovación.
Otros analistas, como el grupo DOGEai, advierten que el nuevo marco podría generar una sobrecarga regulatoria, si exige que las empresas se registren tanto en la SEC como en la CFTC. “Esto solo crearía más burocracia, mientras finge ofrecer claridad”, criticó la entidad.
El resultado de estas votaciones va más allá de las fronteras de EE. UU. Si el país define un modelo claro y funcional, podría inspirar a otras economías a seguir el mismo camino. Por otro lado, un sistema confuso y sobrecargado podría alejar a las empresas y las inversiones del territorio estadounidense.
Bo Hines, director del Consejo Presidencial para Activos Digitales, reforzó que no habrá retrasos. “La legislación estará lista para finales de septiembre. Punto”, dijo. Esta declaración demuestra el compromiso de la Casa Blanca con la construcción de un entorno más transparente.
Con julio, a la vuelta de la esquina, el sector de las criptomonedas se prepara. Las decisiones que se tomen ahora moldearán el futuro de la industria durante décadas. El reloj corre y todos los ojos están puestos en Washington.
