Un nuevo informe de Ripple, en colaboración con el Boston Consulting Group (BCG), revela una tendencia explosiva en el sector financiero: los tokens de activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) están a punto de cambiar completamente la forma en que se mueve el mercado. La investigación proyecta un crecimiento del 3.050% para 2033, pasando de 600.000 millones de dólares a 18,9 billones de dólares (aproximadamente 17,2 billones de euros).
Este crecimiento acelerado se espera con una tasa promedio de 53% anual, según el informe. La proyección se basa en el avance de la tokenización en tres fases, que va desde activos más simples hasta una integración total con la economía real. La primera fase se enfoca en bonos del gobierno y fondos conservadores. La segunda avanza hacia créditos privados e inmuebles. La tercera representa la transformación total, integrando tokens en productos financieros y no financieros.
Empresas como BlackRock, Fidelity y JP Morgan ya han incorporado tokens RWA en sus estrategias. Esto demuestra que el movimiento no es solo una tendencia teórica, sino un paso práctico hacia el futuro financiero. Según Markus Infanger de RippleX, el mercado está migrando de registros digitales simples a una integración real con la economía global.
Además, el uso de la tokenización no se limita a los activos financieros tradicionales. En países como Brasil, los tokens ligados a regalías musicales ya han comenzado a generar ganancias, con proyecciones de retorno que llegan al 24%. Esta diversificación amplía el alcance de la tecnología y atrae nuevos perfiles de inversores.
Tokens RWA: tecnología, regulación e inversión
Según el informe, el crecimiento de los RWA se apoya en tres pilares fundamentales: claridad regulatoria, infraestructura tecnológica madura e inversiones estratégicas. Regiones como la Unión Europea, Suiza y los Emiratos Árabes Unidos lideran este movimiento, mientras que Estados Unidos comienza a seguir el mismo camino.
Según Tibor Merey, del BCG, los tokens transforman los activos en instrumentos programables e interoperables, con transacciones disponibles las 24 horas, los siete días de la semana. Esto reduce costos, aumenta la transparencia y democratiza el acceso a mercados antes restringidos.
De esta manera, el efecto “flywheel” (efecto rueda de inercia), descrito por los expertos, crea un ciclo virtuoso: cuanto más empresas adoptan la tokenización, mayor es la demanda y más atractivo se vuelve para nuevas instituciones. Este efecto acelera la adopción a escala global, rompiendo barreras históricas en el sector financiero.
De acuerdo con el portal rwa.xyz, solo los tokens de bonos del Tesoro de Estados Unidos suman 2.500 millones de dólares (aproximadamente 2.300 millones de euros), con un crecimiento del 179% en el último año. Otros activos, como el crédito privado y las materias primas, también están en crecimiento: 40% y 5%, respectivamente. Estos datos refuerzan la idea de que la tokenización va más allá de las stablecoins e incorpora diferentes sectores de la economía.
Informes recientes también indican que el año 2024 fue un punto de inflexión para los RWAs. La capitalización total de los activos tokenizados creció un 32%, lo que indica que el sector ya está en plena aceleración. Bernhard Kronfellner, del BCG, resume:
“La tokenización ya no es un concepto futuro: es la base del nuevo sistema financiero.”