El último informe de Bitfinex confirma un nuevo capítulo en el ciclo del mercado de criptomonedas: el inicio de la altseason. Según el documento, después de que el Bitcoin alcanzara un nuevo récord histórico de $123,120, los inversores comenzaron a migrar parte de sus ganancias hacia altcoins, lo que provocó un notable aumento en varios activos digitales de mayor riesgo y potencial de apreciación.
Este movimiento de capital es considerado típico de una fase de expansión intermedia, común en ciclos de mercado más maduros. Según el informe, la dominancia de Bitcoin cayó un 6,9%, la mayor retracción desde diciembre de 2023. Esto indica un cambio significativo en el apetito por el riesgo de los inversores. Con el BTC en consolidación lateral, altcoins como Ethereum, XRP y otros tokens de gran capitalización comenzaron a destacarse.
A pesar de esta pausa en el crecimiento, el Bitcoin sigue siendo negociado muy por encima del precio promedio de adquisición del 95% de los tenedores. Según el análisis, esto muestra que la mayoría de los inversores continúa con ganancias, lo que normalmente precede a períodos de toma de ganancias por parte de los tenedores a corto plazo.
Sin embargo, el informe señala que los inversores a largo plazo también comenzaron a vender parte de sus posiciones, un movimiento que no ocurría desde principios de 2024.
Bitfinex señala la altseason
Este proceso de redistribución entre diferentes clases de inversores marca una transición natural en el ciclo de mercado. Según los analistas de Bitfinex, la continuidad del aumento de Bitcoin dependerá de nuevos aportes institucionales o condiciones macroeconómicas favorables, capaces de absorber la presión vendedora generada por estas tomas de ganancias.
Mientras tanto, el protagonismo en el mercado ha pasado a las altcoins. El documento destaca que la fortaleza estructural de Bitcoin sigue intacta, pero el momento es de las criptomonedas de mayor volatilidad, las favoritas durante las fases tardías de las alzas. Sin embargo, Bitfinex advierte que esta nueva fase también trae fragilidad a corto plazo, ya que depende en gran medida del mantenimiento del interés comprador.
Según el exchange, en el escenario económico, la inflación en Estados Unidos volvió a generar preocupación, con el índice de precios al consumidor subiendo un 0,3% en junio y acumulando un 2,9% en los últimos 12 meses. Este aumento fue impulsado por aranceles sobre importaciones de China y otros socios comerciales, especialmente en productos como electrodomésticos y ropa.
A pesar de esto, las ventas minoristas subieron un 0,6% en el mismo período, impulsadas por ventas de automóviles y compras anticipadas realizadas por consumidores temerosos de nuevas subidas de precios.
El mercado laboral también presentó señales mixtas. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayeron, pero el aumento en las solicitudes continuas y la desaceleración de los salarios sugieren una posible desaceleración del consumo en el futuro cercano. Esto refuerza la cautela de la Reserva Federal (Fed), que probablemente retrasará nuevos recortes de tasas de interés hasta que el escenario inflacionario se estabilice.