Con la invención de Bitcoin, Satoshi Nakamoto aplicó otro concepto revolucionario: la tecnología blockchain. Aunque no recibió un nombre de su creador, llegó a tener tanta relevancia como Bitcoin. Después de todo, el primer gran logro de la blockchain fue ayudar a resolver uno de los mayores problemas en el desarrollo de la computación descentralizada.
Hoy en día, la tecnología blockchain es el foco de numerosos estudios y programas empresariales. Todos buscan aprovechar las ventajas e innovaciones que ofrece. En los últimos 12 años, se han hecho avances significativos a través de nuevas redes y diferentes tipos de blockchain. Actualmente, existen tres tipos principales de blockchain más utilizadas en el mercado:
- Blockchain pública;
- Blockchain privada;
- Blockchain híbrida.
Cada red tiene sus diferencias, ventajas, beneficios y riesgos. Es importante conocer todos estos aspectos, ya que la blockchain a menudo se presenta como una solución mágica para diversos problemas. Sin embargo, al igual que cualquier otra tecnología, tiene grandes beneficios pero también grandes limitaciones. En este texto, exploraremos cómo funcionan estos tipos de blockchain y en qué se diferencian.
Blockchain pública (no permissionada)
La blockchain pública es, para muchas personas, la blockchain por excelencia. Bitcoin, que fue la primera blockchain efectivamente funcional en ser lanzada, es un ejemplo de blockchain pública. En ella no existe ninguna limitación de entrada; la participación en la red está abierta a cualquier persona que desee formar parte de ella.
Generalmente, las pocas limitaciones que existen son de naturaleza técnica. Por ejemplo, operar una blockchain requiere un ordenador en buen estado y con mucho espacio de almacenamiento. La blockchain de Bitcoin, por ejemplo, tiene casi 400 GB de tamaño. Sin embargo, una vez que la persona cumpla con estos requisitos, no necesita ninguna autorización, contraseña u otras limitaciones.