La empresa Google comenzará a aplicar políticas publicitarias estrictas para los servicios de criptomonedas en Europa. Estas estarán regidas bajo el nuevo reglamento MiCA, que entró en vigencia en diciembre de 2024.
A partir del 23 de abril, los exchanges de criptomonedas y los monederos de criptomonedas que se anuncien en Europa deberán contar con una licencia en virtud del marco europeo MiCA o de la normativa sobre proveedores de servicios de criptoactivos (CASP).
Asimismo, los anunciantes de criptomonedas en Google también tendrán que cumplir «requisitos legales locales», incluidas «restricciones o requisitos a nivel nacional más allá de MiCA» y estar «certificados por Google».
Cabe destacar que la política no afectará de manera inmediata, sino que habrá un plazo de siete días desde la primera notificación antes de cualquier suspensión de la cuenta.
Rechazo a la política de Google
Los nuevos requisitos de publicidad de criptomonedas de Google presentan un «arma de doble filo» para la regulación de criptomonedas, según el director jurídico de Bitget, Hon Ng. «Por un lado, las normas MiCA mejoran la protección de los inversores al filtrar a los actores no regulados. Sin embargo, esta política puede llegar a ser excesivamente restrictiva, sin aplicación flexible», agregó.
Ng también añadió que el período de transición de Google para las licencias nacionales varía según el país, por lo que puede crear «brechas temporales en la aplicación», e incluso mayores desafíos en torno a los costos de cumplimiento.
«Los exchanges más pequeños pueden tener dificultades con los requisitos de capital de MiCA (15.000-150.000 euros) o con el obstáculo burocrático de la doble certificación (tanto de Google como de los reguladores locales). Estas medidas son positivas para la confianza, pero necesitan flexibilidad para no ahogar la innovación», remarcó.
Por otro lado, el asesor general de la red descentralizada blockchain de capa 3 Orbs, Mattan Erder, discrepa totalmente de esta nueva normativa. Según Erder, estas actualizaciones pueden estar más orientadas a «proteger a Google de la responsabilidad que a proteger a los propios inversores«.
«Cualquier impacto de este cambio en la política de Google es posterior a las propias regulaciones. Si el registro MiCA o CASP resulta ser oneroso, costoso y solo accesible para los grandes jugadores, entonces los jugadores más pequeños tendrán muchas dificultades para competir en estas jurisdicciones», ultimó.