Charles Hoskinson, fundador de Cardano, cuestionó el futuro a largo plazo de Ethereum (ETH) durante una sesión de preguntas y respuestas celebrada el pasado miércoles 23 de abril. Hoskinson fue contundente al afirmar que la segunda mayor blockchain del mundo podría no sobrevivir los próximos diez años.
A pesar de que Ethereum lidera en términos de valor total bloqueado (TVL) entre todas las redes, Hoskinson señaló tres fallos fundamentales en su estructura. Uno de ellos es precisamente la proliferación de soluciones de segunda capa (L2), que según él acabarán por destruir Ethereum.
“Tienen el modelo contable equivocado, la máquina virtual equivocada y el modelo de consenso equivocado”, sentenció Hoskinson.
Las redes de segunda capa como amenaza
Hoskinson, quien también participó en los primeros días del desarrollo de Ethereum, criticó duramente el modelo económico de la red y el papel actual de las soluciones L2. A su juicio, estas redes deberían ayudar a escalar Ethereum, pero se han convertido en “parasitarias”.
Según explicó, estas soluciones no resuelven los problemas fundamentales de escalabilidad de Ethereum, como su limitada capacidad de procesamiento. En lugar de ello, desvían tráfico y valor económico que debería circular por la red principal de Ethereum.
Para revertir la situación, sería necesario reformar los tres pilares que considera fallidos. Sin embargo, Hoskinson cree que eso llevaría a una “ruptura muy hostil” dentro del ecosistema. Comparó este posible escenario con la caída de gigantes tecnológicos del pasado como Myspace y Blackberry, víctimas de la competencia y la mala gestión.
“No creo que Ethereum sobreviva más de 10 o 15 años. Las redes de segunda capa seguirán absorbiendo todo el valor. La gente empezará a enfrentarse y será cada vez más difícil para Vitalik mantenerlo todo unido solo con su voluntad”, declaró Hoskinson.
También predijo que los usuarios migrarán hacia otras plataformas, y que Ethereum será eventualmente “eclipsado”, especialmente por el ecosistema de finanzas descentralizadas (DeFi) de Bitcoin.
En contraste con la visión de Hoskinson, Vitalik Buterin —cofundador de Ethereum— ha propuesto una división clara de funciones entre la red principal (Capa 1) y las soluciones L2. Según él, esa integración permitiría mejorar el rendimiento de Ethereum a largo plazo.
Buterin también ha subrayado la necesidad de seguir mejorando estas redes secundarias y optimizar su comunicación con la red principal para asegurar mayor eficiencia y escalabilidad.
Un año complicado para Ethereum
El rendimiento de Ethereum en 2025 ha sido uno de los temas más debatidos en el mundo cripto. En términos de rentabilidad, ETH ha registrado su peor trimestre histórico este año, superando incluso las pérdidas del mismo periodo en 2018.
Expertos coinciden con Hoskinson en que el modelo económico de Ethereum está siendo debilitado por las soluciones L2 como Arbitrum y Optimism. Estas plataformas han creado sus propios tokens, lo que reduce la demanda de ETH, debilitando el ecosistema de la red principal.
Además, se suman factores como las elevadas comisiones por transacción (gas fees), la incertidumbre regulatoria en varias regiones y el bajo interés institucional en comparación con Bitcoin. Todo ello ha impactado negativamente en el comportamiento de Ethereum en los mercados.
No obstante, las próximas actualizaciones técnicas de Ethereum —Pectra y Fusaka— previstas para finales de 2025, prometen mejoras clave que podrían revertir este escenario. Se espera que estas actualizaciones ayuden a descongestionar la red y a agilizar las transacciones.
