Desde mediados de 2023, el interés de las empresas por crear reservas estratégicas de bitcoin (BTC) ha crecido a nivel global. Empresas como MicroStrategy en Estados Unidos y Samara Asset Group en Europa lideran esta tendencia al diversificar sus tesorerías con BTC, destacando su capacidad de actuar como reserva de valor frente a la inflación.
En España, donde las criptomonedas ya tienen una presencia significativa, la posibilidad de que las empresas adopten estrategias similares genera debate. Sin embargo, el marco fiscal y la regulación en torno a las criptomonedas plantean interrogantes sobre su viabilidad.
La Unión Europea adoptará en 2025 la Ley de Mercados en Criptoactivos (MiCA), un marco regulatorio que busca estandarizar la gestión de criptoactivos y proteger a los consumidores. Aunque MiCA no prohíbe explícitamente la creación de reservas estratégicas de bitcoin, establece requisitos relacionados con la custodia de activos y el cumplimiento de normativas contra el blanqueo de capitales (AML) y financiación del terrorismo (CFT).
Jesús Lorente, economista especializado en fiscalidad de criptomonedas, señala que «las empresas españolas tienen la libertad de invertir en bitcoin como cualquier otro activo». Sin embargo, añade que deben cumplir con las normativas fiscales y de custodia para garantizar la seguridad de sus fondos y la transparencia de sus operaciones.
España, conocida por su amplio régimen tributario sobre criptomonedas, no prohíbe que las empresas mantengan reservas en bitcoin. No obstante, las empresas interesadas deben considerar aspectos como:
A medida que más empresas a nivel global adoptan bitcoin como parte de sus estrategias financieras, el interés en España continúa creciendo. Sin embargo, el éxito de estas iniciativas dependerá de cómo las compañías naveguen el marco regulatorio y fiscal vigente.