A pesar de haber adoptado Bitcoin como moneda de curso legal en septiembre de 2021, El Salvador sigue enfrentando un bajo crecimiento económico.
En el segundo trimestre de 2024, el país registró un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas el 1.4%, muy por debajo de las expectativas y lejos de las promesas iniciales del gobierno del presidente Nayib Bukele. El crecimiento en el primer trimestre fue igualmente modesto, con un 3%, lo que plantea dudas sobre si el país logrará alcanzar el 4% de crecimiento proyectado por el Banco Central de Reserva (BCR) para este año.
Los datos fueron publicados por el portal de noticias elsalvador.com, que ha seguido de cerca el impacto económico tras la adopción del Bitcoin en el país.
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Las promesas no cumplidas del proyecto Bitcoin
El Salvador fue el primer país en adoptar Bitcoin como moneda oficial. La medida, inicialmente, fue presentada como una estrategia para atraer inversiones extranjeras y fortalecer la economía nacional. Sin embargo, a más de tres años de su implementación, los resultados han sido limitados. El proyecto más ambicioso vinculado a la criptomoneda, la construcción de Bitcoin City, sigue sin materializarse.
El caso más emblemático es el de los Bonos Bitcoin, que fueron anunciados con bombos y platillos en noviembre de 2021. Originalmente, se esperaba que los bonos recaudarían 1.000 millones de dólares para financiar la compra de Bitcoin y la construcción de Bitcoin City. Sin embargo, tres años después, los bonos aún no han sido emitidos, y Bitcoin City sigue siendo solo una maqueta.
Teo Sepúlveda, economista de South Texas College, explicó que la falta de interés por estos bonos se debe a que no ofrecen un atractivo financiero real. “Nadie va a comprar bonos que ofrecen un 6.5% cuando los bonos soberanos salvadoreños están ofreciendo un 12% de interés”, comentó.
Esta falta de interés en los bonos ha sido un obstáculo clave para la financiación de los proyectos vinculados al Bitcoin.
Inversión extranjera en declive
Otro aspecto preocupante es la caída en la Inversión Extranjera Directa (IED). Mientras otros países de la región, como Guatemala, han experimentado un aumento en la inversión extranjera, El Salvador ha registrado cifras negativas en el segundo trimestre de 2024, con una salida neta de 11.26 millones de dólares. Esta tendencia sugiere que la adopción del Bitcoin no ha atraído el tipo de inversores que se esperaban.
Luis Membreño, economista salvadoreño, subrayó que los inversores en criptomonedas no suelen generar crecimiento económico real. “Los bitcoiners no invierten en la producción; buscan ganancias rápidas y especulativas. Y El Salvador no ha sido capaz de proporcionarles el entorno que necesitan para obtener esas ganancias”, afirmó Membreño.
Además del proyecto fallido del Bitcoin, otros sectores de la economía salvadoreña también han mostrado rezagos en su desarrollo. La infraestructura y la agricultura no han alcanzado los resultados esperados por el gobierno. Según cifras oficiales, proyectos como el Tren del Pacífico y la modernización de los puertos han enfrentado demoras.
A pesar de las inversiones prometidas, los avances son limitados y no se reflejan en un crecimiento significativo.