El poder computacional de la red de Bitcoin registró una caída del 9,95% después de alcanzar un máximo histórico de 693 exahashes por segundo (EH/s) a principios de septiembre de 2024.
Esta reducción significativa en el hashrate ocurre solo nueve días después de que la red de Bitcoin alcanzara su pico de procesamiento, reflejando los desafíos económicos que enfrentan los mineros actualmente.
El aumento en la dificultad de minería, que subió un 3,58% después del pico del hashrate, contribuyó a la disminución en el poder computacional de la red. La dificultad de minería se ajusta periódicamente para garantizar que se minen nuevos bloques a una tasa constante, lo que aumenta la competencia entre los mineros.
El 10 de septiembre, la red alcanzó un nuevo récord de dificultad, lo que hizo que fuera más difícil validar transacciones y crear nuevos bloques, presionando aún más la rentabilidad de los mineros. Este aumento en la dificultad, combinado con el cuarto halving de Bitcoin —evento que redujo las recompensas por bloque de 6,25 BTC a 3,125 BTC— ha generado un panorama desafiante para la industria minera.
Como resultado, los mineros que no cuentan con operaciones altamente eficientes están encontrando dificultades para mantenerse rentables, obligando a algunos a apagar sus máquinas, lo que impacta directamente el hashrate global de la red.
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Poder computacional de Bitcoin
Además de la reducción de las recompensas, las tarifas de transacción también se encuentran en niveles históricamente bajos, lo que agrava aún más la situación. Datos recientes de mempool.space muestran que una tarifa de prioridad alta cuesta solo 3 satoshis por byte virtual (sat/vB), equivalente a aproximadamente $0,25.
Con el precio de Bitcoin fluctuando en niveles más bajos en los últimos meses, el valor generado por petahash por segundo (PH/s) por día también ha caído drásticamente.
Esta disminución en los ingresos globales de los mineros, combinada con el aumento de la dificultad de minería, crea una barrera para los participantes más pequeños y menos eficientes en el mercado, que no pueden mantenerse al día con los altos costos operativos. Hasta ahora, la red de Bitcoin ha perdido aproximadamente 69 EH/s desde su pico histórico, con el hashrate actual situado en 624 EH/s.
La caída en el hashrate de Bitcoin plantea preocupaciones sobre la concentración del poder minero. Al disminuir la rentabilidad, las operaciones mineras menos eficientes se ven forzadas a salir del mercado, lo que abre espacio para que grandes mineros con infraestructura avanzada dominen la red.