En el último tiempo, las criptomonedas comenzaron a tomar terreno en diferentes bienes y disciplinas. El Polo, reconocido deporte de elite a nivel global, está experimentando la convergencia entre su público tradicional y una nueva generación de criptoinversores.
Tal es así que la final del Abierto Argentino de Polo, el partido más exclusivo de este deporte, estará sponsoreado por marcas de primera línea que aceptarán activos.
Las criptomonedas, como símbolo de esta nueva era, complementan a la perfección la exclusividad y sofisticación del polo, convirtiéndose en un puente entre el legado tradicional y el futuro digital. El Abierto de Polo en Palermo es un espacio donde se vislumbran las nuevas tendencias y tecnologías que están marcando el rumbo del mercado financiero.
Tanto el polo como las criptomonedas comparten un lenguaje común: la búsqueda constante de lo mejor y la innovación en sus respectivos campos.
BingX: primera industria cripto en el mundo del polo
El exchange de criptomonedas BingX fue el pionero en fusionar la industria cripto con el Polo. Su primer acercamiento fue con un partido en Buenos Aires, donde La Natividad y La Dolfina definieron la segunda final en la historia con hándicap perfecto, que ganaron los primeros.
Allí, los invitados disfrutaron de una experiencia premium en un restaurante ubicado a pie del campo de juego. Desde el rooftop pudieron vivir el partido con vistas privilegiadas y un hospitality de primer nivel.
BingX se encargó de resaltar lo clásico con lo disruptivo, resaltando su marca en estos espacios de elite. Además, atrajo a una nueva generación de inversores y entusiastas.
Tanto el Polo como las criptomonedas simbolizan un espíritu cosmopolita y global, donde la tradición y la modernidad coexisten en armonía. Este tipo de acciones acercan a los activos digitales a un público sofisticado.
A medida que las criptomonedas continúan ganando aceptación en diferentes esferas, su conexión con eventos de lujo como la Final del Abierto de Polo resalta un cambio en la percepción de las inversiones digitales. Ya no se trata únicamente de tecnología o finanzas, sino de estilo de vida, exclusividad y una visión compartida del futuro.