Tras semanas de un rally intenso, las criptomonedas centradas en privacidad sufrieron un fuerte retroceso en las últimas horas, acompañando la corrección más amplia del mercado. Monedas como ZCash, Monero y Dash, que antes desafiaban las tendencias generales con ganancias altas, vieron cómo sus narrativas de “refugio seguro” se deshacían, atando su destino directamente a los ciclos del Bitcoin.
Según datos de CoinGecko, el sector de privacy coins registró una caída del 15% en el período de 24 horas. Analistas señalan que este movimiento sincronizado con activos mayores indica un cambio significativo en la percepción del mercado sobre estos activos.
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Valoración de la realidad
Slava Demchuk, CEO de AMLBot, explicó que la narrativa de protección ofrecida por estas monedas “se rompió en diciembre, cuando el mercado valoró la realidad”. Para él, activos como ZCash y Dash siguen operando mayoritariamente con volumen transparente en sus blockchains, siendo negociados más como “narrativas especulativas que herramientas de utilidad real”, lo que hace que caigan como altcoins de alta volatilidad.
Este nuevo comportamiento significa que los activos de privacidad ahora están sujetos a las mismas fuerzas macroeconómicas que gobiernan el resto del ecosistema cripto. Jamie Elkaleh, CMO de Bitget Wallet, destacó que “con la introducción de los ETFs y los significativos flujos de capital, el posicionamiento de esos fondos y las expectativas de política monetaria dictan cada vez más la dirección del mercado”.
Agrega que “los activos de privacidad se comportan menos como protecciones aisladas y más como componentes de alta volatilidad dentro del ecosistema amplio”.
Sin embargo, los fundamentos a largo plazo que impulsan la tecnología de privacidad siguen siendo válidos. Demchuk destaca tres factores históricos detrás de los rallies del sector. Primero, los avances tecnológicos en criptografía de privacidad. Además, las presiones políticas y regulatorias, como la propuesta de “chat control” de la UE. Por último, menciona la demanda genuina de usuarios y empresas en jurisdicciones donde los ledgers transparentes representan riesgos reales.
Recientemente, el debate sobre la gobernanza de estos proyectos también ganó protagonismo. Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, opinó sobre el modelo basado en comité de ZCash, advirtiendo que un cambio hacia votación por token podría debilitar sus garantías de privacidad, evidenciando la tensión constante entre descentralización y seguridad en el sector.
“Cuanta mayor presión se aplica, más valiosas se vuelven las herramientas que devuelven la privacidad a las personas”, reflexionó Demchuk. No obstante, a corto plazo observa que estos activos se negocian como una extensión especulativa del ciclo del Bitcoin.
Anclaje en el Bitcoin
El camino hacia la recuperación, según los especialistas, está ahora intrínsecamente ligado al mercado más amplio. Ambos coinciden en que un rebote depende de la estabilización del Bitcoin.
“Si el Bitcoin se estabiliza en un nivel más alto y regresa el apetito por el riesgo”, dijo Demchuk, estas monedas pueden “recuperar las pérdidas recientes. Históricamente, se mueven con más fuerza que el Bitcoin”.
Elkaleh compartió esa visión, señalando que “la liquidez tiende a fluir del Bitcoin hacia sectores de mayor volatilidad una vez que regresa el apetito por el riesgo”. Las monedas de privacidad han superado históricamente el rendimiento durante las rotaciones de mercado, especialmente cuando el sentimiento pasa de defensivo a exploratorio.
Mientras los fundamentos de privacidad siguen siendo relevantes en un mundo de creciente vigilancia, su momento de precio en el mercado parece, al menos por ahora, subordinado al ritmo marcado por el Bitcoin.


