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El golpe cripto de la familia Trump es peor que el Watergate, según el New York Times

El golpe cripto de la familia Trump es peor que el Watergate, según el New York Times

El escándalo que involucra a la familia Trump y a las criptomonedas está siendo descrito por analistas en Estados Unidos como la crisis ética más grave en la historia política del país, superando incluso el famoso caso Watergate.

De acuerdo con un reportaje publicado por The New York Times y firmado por el periodista Jacob Silverman, el expresidente Donald Trump y sus familiares habrían convertido su poder político y su influencia pública en una máquina global de recaudación de fondos, disfrazada de proyecto cripto.

El texto explica cómo Trump fusionó su imagen presidencial, sus negocios y la especulación financiera en un solo mecanismo: World Liberty Financial, la plataforma creada para operar tokens y criptomonedas asociadas a su nombre. Según el artículo, cualquier persona —desde un inversor común hasta un príncipe del Golfo— podía comprar esos tokens y, de forma indirecta, transferir riqueza al imperio Trump.

Silverman sostiene que este sistema representa una nueva forma de corrupción, más sofisticada y peligrosa.

“Lo que antes era un sobre con dinero o una cuenta en Suiza ahora es una dirección de billetera en blockchain”, escribió.

El periodista añade que esta “conveniencia digital” abre brechas para el lavado de dinero, la manipulación política y la influencia extranjera sin precedentes.

Durante la campaña presidencial, Trump lanzó el World Liberty Token, una moneda que prometía simbolizar la “libertad financiera estadounidense”.

Sin embargo, según el diario, el proyecto funciona como un canal de financiación directa para la familia Trump, con flujos financieros controlados por él, sus hijos y sus aliados cercanos. Estimaciones indican que el grupo ya habría acumulado miles de millones de dólares en valor de mercado mediante la emisión de tokens y las inversiones vinculadas al proyecto.

Trump y las criptomonedas

Trump e as criptomoedas

El New York Times afirma que líderes extranjeros y empresarios multimillonarios estarían utilizando el token para influir en decisiones políticas dentro de la Casa Blanca. Entre ellos, el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, de Emiratos Árabes Unidos, habría invertido 2.000 millones de USD en stablecoins asociadas al World Liberty Financial, en sociedad con el magnate estadounidense Steve Witkoff, aliado de Trump.

Estas transacciones, según el artículo, sugieren graves conflictos de interés y un posible uso de criptomonedas para financiar alianzas políticas. El reportaje también destaca que Changpeng Zhao, fundador de Binance, condenado por lavado de dinero, estaría buscando un perdón presidencial de Trump, lo que aumentó las sospechas de favores cruzados entre el gobierno y el sector cripto.

Para el Times, este episodio marca un punto de no retorno en la relación entre poder y dinero en Estados Unidos. La publicación compara la situación actual con los escándalos históricos de Grant, Harding y Nixon, aunque afirma que Trump llevó el conflicto de intereses a otro nivel, convirtiendo la propia presidencia en un instrumento de especulación descentralizada.

Otro punto preocupante es la falta de supervisión. La Corte Suprema de Estados Unidos decidió recientemente ampliar los límites de la inmunidad presidencial, lo que redujo las posibilidades de investigación. Además, Trump habría despedido a 18 inspectores generales al inicio de su nuevo mandato, eliminando los principales mecanismos de control interno.

Según el reportaje, este caso podría cambiar la percepción global sobre la integridad del sistema político estadounidense.

“La presidencia se convirtió en un token de mercado”, afirma Silverman. “Cuando el jefe de Estado comienza a beneficiarse de cada compra realizada por sus votantes, ya no hablamos de corrupción, sino de un colapso institucional.”

El artículo traza un paralelo con el caso Watergate, pero concluye que el escándalo actual es “mucho más profundo”. Representa, según el periodista, “la privatización total de la autoridad presidencial en nombre de la especulación digital”. Este modelo amenaza con redefinir los límites de la democracia y la soberanía en Estados Unidos.