La competencia tecnológica entre Estados Unidos y China, ya intensa en áreas como la inteligencia artificial y los semiconductores, ha encontrado un nuevo escenario: el mercado de las criptomonedas. La declaración del presidente estadounidense, Donald Trump, de que pretende mantener a su país como el “número uno” en este sector —considerando los activos digitales una parte vital de la rivalidad con Pekín— encendió una señal de alerta sobre lo que podría ser la próxima etapa de esta guerra económica, según un análisis de CNBC.
Aunque China continental mantiene una prohibición estricta sobre las transacciones con criptomonedas desde 2021, su Región Administrativa Especial, Hong Kong, se ha convertido en un polo dinámico y regulado para inversores y desarrolladores. La ciudad ha actuado con rapidez, flexibilizando restricciones y aprobando la negociación de ETFs de Bitcoin y Ethereum al contado antes incluso que Estados Unidos.
Este enfoque dual de Pekín —prohibir en territorio continental, pero fomentar a través de Hong Kong— puede reflejar una estrategia cautelosa, aunque interesada, en el potencial financiero y tecnológico del sector.
Escenario en Hong Kong
La situación en Hong Kong funciona como un termómetro de esta nueva realidad. Eventos que antes atraían principalmente a desarrolladores de software ahora cuentan con una participación masiva de profesionales del sector financiero tradicional (TradFi). La creación de centros de innovación, como el “Ethereum Hong Kong Hub”, y la expansión de grandes conferencias internacionales de criptomonedas hacia la ciudad refuerzan su papel como puerta de entrada al mercado asiático.
Gran parte del entusiasmo actual gira en torno a las stablecoins, criptomonedas respaldadas por monedas fiduciarias. El impulso de Hong Kong en esta dirección, siguiendo la Ley Genius de Estados Unidos que apoya las stablecoins vinculadas al dólar, eleva la competencia a un nuevo nivel. La cuestión central ya no se limita a tokens como Bitcoin o Ether, sino que pasa a ser: ¿qué moneda —el dólar estadounidense o el yuan chino— servirá como base de las transacciones en la era digital?
La batalla de las stablecoins y el yuan digital
Ambos países buscan expandir el uso global de sus monedas. Mientras Estados Unidos impulsa las stablecoins vinculadas al dólar, China promueve su yuan digital, una moneda digital emitida por el banco central (CBDC) diseñada para reemplazar el efectivo y permitir un mayor control estatal. Sin embargo, ambos proyectos enfrentan desafíos.
El yuan digital aún no ha alcanzado una adopción masiva, y las stablecoins en dólares podrían enfrentar obstáculos regulatorios y de confianza similares a medida que se expandan.
Los datos muestran que, pese a las prohibiciones, China sigue siendo un actor clave en el ecosistema, ocupando el tercer lugar mundial en la minería de Bitcoin. Es una estadística que difícilmente pasará desapercibida para la administración Trump, especialmente considerando que el propio presidente estadounidense es señalado como uno de los mayores tenedores personales de Bitcoin del mundo.
Mientras tanto, el mercado de criptomonedas continúa atravesando su volatilidad característica. La reciente corrección de precios, impulsada por tensiones comerciales y una rotación de inversores hacia el sector de la inteligencia artificial, es vista por algunos gestores como una fluctuación temporal. Los fondos especializados siguen atrayendo capital, incluso de inversores chinos, lo que indica una confianza persistente en el crecimiento a largo plazo.

