El inversionista de Bitcoin Frank Richard Ahlgren III fue condenado a dos años de prisión por evasión de impuestos relacionada con Bitcoin. La decisión fue publicada el viernes 13 de diciembre y divulgada por la Oficina de Relaciones Públicas del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Al tratarse de la primera condena criminal en el país centrada exclusivamente en transacciones de criptomonedas, marca un precedente sobre cómo se debe aplicar la ley de criptomonedas en EE. UU.
Ahlgren fue uno de los primeros inversionistas de Bitcoin, comprando sus primeras criptomonedas en 2011. En 2015, cuando el Bitcoin aún no había superado los 500 dólares, Ahlgren adquirió otros 1.366 BTC a través de sus cuentas en Coinbase, según la investigación. Dos años después, vendió 640 de sus Bitcoin, a un precio aproximado de 5.807,53 dólares cada uno. Con ello, obtuvo una ganancia de 3,7 millones de dólares (alrededor de 3,4 millones de euros).
Inversionista de la ‘era Satoshi’
Con este dinero, compró una casa en Park City, Utah. Según la investigación, la mayor parte del dinero utilizado en la compra de la propiedad provino de la venta de los Bitcoin que adquirió en 2015. Hasta este momento, no había nada ilegal. Ahlgren solo debía declarar que había utilizado el dinero de la venta para adquirir la casa y todo estaría en regla. Sin embargo, decidió falsear su declaración de impuestos al año siguiente.
La estrategia de Ahlgren consistió en declarar un valor mucho mayor al que pagó por los Bitcoin en 2015, reduciendo así su margen de ganancia y la base de cálculo para los impuestos. Luego, en 2017, presentó ante el Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. (IRS) una declaración de impuestos con información falsa sobre su ganancia de capital con Bitcoin. Pero no se detuvo ahí.
En los años siguientes, Ahlgren vendió otra parte de sus Bitcoin, acumulando más de 650.000 dólares (alrededor de 600.000 euros) sin reportar esas ganancias en sus declaraciones de impuestos. Para ocultar sus delitos fiscales, Ahlgren empleó un método que había descrito en su blog en 2014. Utilizando mezcladores (mixers), sistemas que combinan criptomonedas de diferentes usuarios para dificultar el rastreo de los tokens, Ahlgren realizó varias transacciones para ocultar sus ganancias con BTC.
Sin embargo, el equipo de Investigación Criminal del IRS logró desmantelar las tácticas de Ahlgren y demostrar sus crímenes. Se estima que dejó de pagar alrededor de 1 millón de dólares (aproximadamente 940.000 euros). Con las pruebas presentadas en el juicio, el inversionista fue condenado a 2 años de prisión, además de devolver el dinero evadido y cumplir un año de libertad supervisada.
