Estados Unidos podría comenzar a almacenar Bitcoin (BTC) como reserva estratégica, de forma similar a cómo gestiona actualmente sus reservas de petróleo. La criptomoneda fue comparada con un recurso energético durante el Web Summit Rio 2025, uno de los mayores eventos tecnológicos del mundo.
Según Kathleen Breitman, cofundadora de Tezos, el gobierno estadounidense podría utilizar Bitcoin como herramienta para influir en su precio a futuro. Además del BTC, otros activos digitales también podrían ser incluidos en esta supuesta reserva estratégica.
“Hace unas semanas, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva solicitando una evaluación sobre la creación de una reserva estratégica de Bitcoin, que incluiría no solo BTC, sino también otras criptomonedas. La idea es que estos activos tengan un rol estratégico para los Estados Unidos”, explicó Breitman.
En el escenario principal del Web Summit Rio 2025, Breitman participó de la charla “The Changing Face of Crypto”, junto a Daniel Vogel, cofundador y presidente de Bitso, y el periodista João Malar. El grupo discutió los posibles caminos para una eventual reserva cripto estadounidense y sus implicaciones en el mercado global.
La cofundadora de Tezos comparó directamente la idea con la actual Reserva Estratégica de Petróleo que EE.UU. mantiene activa desde la década de 1970.
“En EE.UU. existe una reserva estratégica de petróleo para casos de emergencia. Si el precio sube demasiado, eso puede dañar la economía. Por eso, liberar petróleo de esas reservas ayuda a controlar el precio. La lógica podría aplicarse también al Bitcoin”, afirmó. “El próximo 5 de mayo sabremos si el Secretario del Tesoro está de acuerdo con la idea de aplicar el mismo modelo al BTC”.
Durante la conversación, Daniel Vogel mencionó el caso de El Salvador como primer país en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, y cómo este tipo de decisiones ha impulsado la relevancia del BTC en la escena global.
“Primero fueron las pequeñas empresas, luego las grandes, y finalmente los gobiernos. Que un país como EE.UU., el más poderoso del mundo, se plantee almacenar Bitcoin como hace con el petróleo, es algo muy significativo”, dijo Vogel.
Este proceso de adopción institucional se ha visto acelerado por la entrada del Bitcoin y otras criptomonedas en los mercados financieros tradicionales, especialmente a través de los ETFs. Según Breitman, esto ha ayudado a reducir las barreras técnicas que alejaban a muchos potenciales usuarios.
“Al principio, la gente perdía sus claves o cometía errores al operar. No se puede esperar que todos sean expertos en seguridad digital o blockchain. La exposición a través de ETFs permite a cualquiera invertir sin necesidad de conocimientos técnicos. Y al final, quien tiene Bitcoin está contribuyendo con toda la red”, comentó.
A pesar del entusiasmo general, algunos miembros de la comunidad cripto se muestran críticos ante la creciente institucionalización del Bitcoin. Temen que este proceso diluya los principios descentralizados que dieron origen al activo digital. Vogel, sin embargo, ofreció una visión distinta:
“En Bitso tenemos debates internos sobre si la adopción institucional es buena o mala. Muchos de los veteranos del cripto creen que corrompe la esencia del Bitcoin. Yo, personalmente, no lo veo así. Creo que es parte del crecimiento natural del ecosistema”, concluyó.
En un escenario internacional cada vez más volátil, con tensiones comerciales entre EE.UU. y China y movimientos regulatorios importantes, el papel de Bitcoin como reserva de valor podría fortalecerse. Según estimaciones recientes, más de 300.000 millones de dólares (aproximadamente 280.000 millones de euros) han ingresado al mercado cripto solo en las últimas semanas.
La posible inclusión del BTC en las estrategias económicas de grandes potencias podría marcar un nuevo capítulo en la historia de las criptomonedas. ¿Será el Bitcoin el “nuevo oro digital” o, como dijo Breitman, el “nuevo petróleo estratégico”?