A pesar de las declaraciones del presidente de EE. UU., Donald Trump, en contra de las monedas digitales emitidas por gobiernos, Estados Unidos participa activamente en el desarrollo de una CBDC. Según la información compartida en TokenNation, el Federal Reserve Bank of New York anunció su inclusión en el Proyecto Agorá. Esta iniciativa internacional busca modernizar los pagos internacionales utilizando tecnologías como la tokenización y los registros programables compartidos.
El proyecto, como reveló Henrique Videira, ejecutivo del Banco Central de Brasil, está coordinado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) y el Institute of International Finance (IIF). Además, reúne a siete bancos centrales, incluidos los de EE. UU., Reino Unido, Francia, Japón, Corea del Sur, México y Suiza.
Juntos, estos bancos están llevando a cabo estudios técnicos sobre cómo integrar depósitos bancarios y dinero de bancos centrales en una infraestructura digital programable.
Contrario al discurso de Trump, quien calificó al dólar digital de «amenaza a la libertad económica», la iniciativa demuestra que el país reconoce el potencial de las CBDC para mejorar la eficiencia y seguridad en las transacciones internacionales. Per von Zelowitz, director del New York Innovation Center, afirmó que el proyecto «sigue a todo vapor».
«Estamos emocionados de colaborar en el Proyecto Agorá y avanzar en el diálogo público sobre el futuro del dinero».
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EE. UU., CBDC y avance global
Según datos del Banco Central de Brasil, 134 países están investigando o desarrollando sus propias monedas digitales. En el G20, todos los miembros, incluidos EE. UU., ya están llevando a cabo experimentaciones. El objetivo común es superar las barreras legales, técnicas y operativas de los sistemas actuales, como el anticuado SWIFT.
Henrique Videira, ejecutivo del Banco Central de Brasil, destacó recientemente que la arquitectura del Drex busca complementar el dinero físico, no reemplazarlo. Así, la CBDC será una herramienta interoperable con el sistema bancario tradicional.
El BIS ve las CBDC como una respuesta a la creciente demanda de transacciones rápidas, transparentes y de bajo costo, especialmente entre instituciones financieras en diferentes zonas horarias y jurisdicciones. Uno de los mayores desafíos radica en los controles de integridad financiera, como la verificación de identidad y la lucha contra el lavado de dinero, que hoy son repetitivos e ineficientes.