Las tarifas mensuales del sector de las finanzas descentralizadas (DeFi) alcanzaron recientemente los 577 millones de dólares. Esto marca una recuperación significativa respecto al mínimo de 366 millones de dólares registrado en abril. El crecimiento del 58% refleja una reactivación de la actividad en onchain y la madurez de los protocolos que han logrado mantener su relevancia en diferentes ciclos de mercado.
Este aumento en las tarifas ocurre paralelamente a un incremento en el volumen de transacciones. Varias plataformas DeFi han ganado espacio por ofrecer servicios financieros sin los intermediarios tradicionales, lo que generalmente resulta en costos más bajos para los usuarios.
Crecimiento en DeFi
Protocolos como PancakeSwap se han destacado como los principales generadores de tarifas, sumando 275 millones de dólares con servicios de creación de mercado automatizado y yield farming. La estructura de tarifas de la plataforma incluye comisiones de negociación que varían entre el 0,17% y el 0,25% por transacción. Además, cubre comisiones sobre pools de liquidez y mecanismos de lotería.
Otro ejemplo relevante es Uniswap, que opera con una tarifa estándar del 0,3% por transacción, distribuida entre los proveedores de liquidez. Por otro lado, protocolos de préstamos como Aave y MakerDAO capturan valor a través de márgenes de interés y penalidades por liquidación, generando ingresos estables respaldados por miles de millones de dólares en valor total bloqueado (TVL).
En el entorno competitivo actual, los protocolos DeFi han buscado optimizar sus estructuras de tarifas sin comprometer la base de usuarios. Un ejemplo reciente es Pump.fun, que ha ganado espacio en los rankings de tarifas en medio del auge de las memecoins, incluso con valores individuales de transacción más bajos. La alta frecuencia de estas negociaciones ha asegurado ingresos relevantes para el protocolo.
La tendencia indica que los modelos descentralizados de recaudación se están consolidando como alternativas viables de monetización, eliminando la dependencia de bancos e instituciones financieras tradicionales.