Los mercados tradicionales están en alerta. La semana pasada, los bonos del Tesoro de EE. UU. sufrieron una caída significativa después de una subasta que movió 16.000 millones de dólares en bonos a 20 años, elevando los rendimientos a los niveles más altos desde 2023. Mientras tanto, Bitcoin y otras criptomonedas registran un incremento en su valor, lo que indica una posible migración de inversores hacia activos considerados de «refugio» debido a la incertidumbre fiscal.
Entendiendo la crisis de los bonos
Para comprender el impacto en el mercado cripto, es esencial analizar la relación inversa entre el precio de los bonos y la tasa de interés, conocida también como rendimiento.
Cuando la demanda por bonos disminuye, sus precios caen en el mercado secundario. Como el rendimiento se calcula con base en el precio del bono, una desvalorización provoca que el retorno (yield) aumente para compensar el riesgo.
Escenarios de inflación o crisis fiscal incrementan la exigencia por tasas de interés más altas para los préstamos al gobierno, lo que presiona aún más los precios de los bonos.
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Crisis fiscal de EE. UU. en el radar
En la actualidad, el proyecto de ley fiscal de Donald Trump, que podría aumentar la deuda de EE. UU. en 3 billones de dólares (aproximadamente 2,7 billones de euros), ha generado desconfianza en el mercado. Un claro signo de este escenario fue la retirada de la calificación AAA por parte de Moody’s, que los bonos estadounidenses mantenían desde 1917.
Como resultado, los bonos a 30 años alcanzaron un rendimiento de 5,12%, un nivel no visto desde finales de 2023, cuando la Reserva Federal (Fed) anunció la permanencia de tasas de interés altas, contrariando las expectativas del mercado.
El aumento de los rendimientos de los bonos ejerce presión sobre otros activos. Las acciones tradicionales fueron las más afectadas: el S&P 500 cayó un 2% en los últimos 5 días, con los sectores de tecnología y finanzas liderando las pérdidas.
Ante el crecimiento de la deuda pública y la desconfianza en los bonos del Tesoro, muchos inversores buscan alternativas fuera de lo convencional.
Bitcoin surge como refugio seguro
Mientras el mercado de acciones cae y el de los bonos se tambalea, Bitcoin (BTC) experimenta un fuerte repunte, superando los 111.000 dólares.
Este movimiento está directamente relacionado con la migración de capital desde los mercados tradicionales hacia el mundo cripto.
Los inversores institucionales, por ejemplo, han invertido más de 3.300 millones de dólares (alrededor de 3.000 millones de euros) en productos de activos digitales solo esta semana, siendo 2.900 millones de dólares (2.700 millones de euros) destinados a ETFs de Bitcoin.
BTC Bull y el efecto dominó de Bitcoin
Con la valorización de Bitcoin, los traders también han comenzado a apostar por el crecimiento de altcoins vinculadas al principal activo del mercado.
Entre ellas, BTC Bull se ha destacado. Tras un inicio prometedor, su preventa se estancó en 5 millones de dólares (4,6 millones de euros) durante los primeros capítulos de la guerra arancelaria, cuando Bitcoin llegó a caer a 75.000 dólares (69.000 euros).
Sin embargo, con el acuerdo entre EE. UU. y China, y el agravamiento de la crisis fiscal en EE. UU., los inversores han retomado el interés por el proyecto. En pocas semanas, la cantidad recaudada superó los 6 millones de dólares (5,5 millones de euros) y está en camino de superar los 7 millones de dólares (6,5 millones de euros).
Con cada token cotizando a 0,0026 dólares (0,0024 euros) en el sitio oficial, el proyecto se diferencia de otras preventas al incorporar mecanismos de airdrop y quema de tokens conforme Bitcoin se valorizada.
Por ejemplo, cuando Bitcoin alcance los 125.000 dólares (115.000 euros), parte de los tokens de BTC Bull serán quemados, reduciendo la oferta y potencialmente impulsando su precio. Al llegar a 150.000 dólares (138.000 euros), los participantes del proyecto recibirán distribuciones gratuitas de tokens.
Estas estrategias, ideadas por los creadores de BTC Bull, funcionan como incentivos adicionales para atraer a los traders.
A pesar de ser un proyecto con características de memecoin (sin utilidad práctica), la combinación de mecanismos deflacionarios y una agresiva campaña de marketing en redes sociales tiene como objetivo construir una comunidad comprometida, siguiendo el camino de éxito de otras memecoins como Dogecoin y Shiba Inu.
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