Estados Unidos introducirá una nueva stablecoin que será una alternativa frente a los bonos del Gobierno norteamericano vinculados a la inflación.
USDi es una moneda estable que hace seguimiento del dólar estadounidense y cuyo valor está determinado por el aumento en el índice de precios al consumidor (IPC) de los Estados Unidos.
Esta criptomoneda busca ofrecer estabilidad, ya que los bonos vinculados a la inflación son instrumentos financieros que ajustan sus pagos según las tasas de inflación.
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La nueva stablecoin estadounidense
Los veteranos en el sector de derivados de divisas en Estados Unidos, Michael Ashton y su socio Andrew Fately, fueron los encargados de lanzar USDi. «El activo sin riesgo en realidad no existe actualmente, y eso es efectivo vinculado a la inflación», explicó Ashton en favor de la moneda.
A diferencia de otras stablecoins que están diseñadas para guardar la paridad con monedas fiduciarias, el valor de USDi está determinado por el IPC estadounidense, lo que lo hace teóricamente similar a una cuenta de ahorros protegida contra la inflación —si existiera.
«Si crea efectivo vinculado a la inflación, eso es el final de la línea de riesgo”, agregó el creador.
El ecosistema abraza las stablecoins
El lanzamiento de USDi, que al momento de la escritura cotiza USD 0,99, se produce en un momento de auge para el mercado de stablecoins, con los bancos y las instituciones financieras tradicionales a nivel global mostrando un creciente interés para expandirse a este tipo de tokens.
Cabe destacar también que el producto prestigioso de Tether, USDT, respaldado por dólares estadounidenses, es actualmente la stablecoin dominante en un mercado cuya capitalización supera actualmente los USD $200 mil millones. USDT tiene un valor 1:1 con la divisa norteamericana.
El desarrollo también se produce en un momento de incertidumbre geopolítica, provocada por los anuncios de aranceles de Trump. La política comercial agitó los mercados financieros en las últimas semanas, con el oro subiendo a nuevos máximos históricos y el dólar debilitándose frente a otras divisas. Mientras tanto, el IPC estadounidense de marzo reflejó una inflación descendente.