A pesar de las severas restricciones impuestas por el gobierno chino a la minería y al comercio de criptomonedas desde 2021, China sigue siendo la principal potencia en el hashrate global de Bitcoin, controlando el 55 % de la red mundial.
Este dato sorprendente, revelado por informes de CryptoQuant, desafía las expectativas de que el país perdería su influencia en el sector de la minería de Bitcoin tras la prohibición.
El hashrate se refiere a la potencia computacional utilizada en la red de Bitcoin para validar transacciones y proteger el sistema. Cuanto mayor sea el hashrate, más robusta y segura será la red.
A pesar de las restricciones legales, los mineros chinos continúan dominando esta actividad. El país asiático supera a Estados Unidos, que posee el 40 % del hashrate global.
La capacidad de los mineros chinos para mantenerse en la cima, a pesar de las prohibiciones, puede estar relacionada con la naturaleza descentralizada de Bitcoin y la creatividad de los operadores en el país.
Redes subterráneas de minería y transacciones de criptomonedas continúan operando, a menudo utilizando VPNs y otros métodos para eludir las regulaciones. Según estimaciones, las transacciones ilegales de criptomonedas en China mueven aproximadamente 86 mil millones de dólares anualmente.
- Lee también: Auge de las Memecoins: Dogecoin, Shiba Inu, PEPE y FLOKI – Obtén hasta un 888% APY haciendo stake
Minería de Bitcoin en China
Además, los pools de minería chinos se muestran resilientes, apoyando a pequeños mineros que operan localmente. Esto contrasta con los grandes pools de minería en EE. UU., dominados por operaciones institucionales con acceso a tecnología de punta y vastos recursos financieros.
En Estados Unidos, la minería de Bitcoin ha crecido sustancialmente, impulsada por la búsqueda de independencia energética y el aumento del interés de inversores institucionales. La minería en el país representa alrededor del 40 % del hashrate global, un crecimiento que desafía el dominio de China. Sin embargo, aún no es suficiente para superarlo.
El avance tecnológico y la inversión masiva en infraestructura minera en EE. UU., principalmente en estados como Texas, posicionan al país como el principal competidor de China en el sector. No obstante, a pesar de este crecimiento acelerado, el dominio chino persiste.
La postura de China hacia las criptomonedas sigue siendo una de las más estrictas del mundo. Desde 2017, el gobierno chino ya había prohibido las Ofertas Iniciales de Monedas (ICOs) y cerrado las casas de cambio locales de criptomonedas.
En 2021, el país impuso la prohibición de la minería y las transacciones con Bitcoin, con el objetivo de mitigar los riesgos financieros y ambientales. Sin embargo, esta represión no fue suficiente para debilitar la presencia del país en el mercado global de criptomonedas.
Aunque China ha mantenido un estricto control sobre las criptomonedas descentralizadas, el país ha invertido fuertemente en el desarrollo de su propio yuan digital, una moneda digital controlada por el Banco Popular de China (PBoC).
Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para mantener el control sobre el sistema financiero del país, al mismo tiempo que limita el impacto de activos digitales descentralizados como Bitcoin.