Yao Qian, exdirector del Departamento de Supervisión de Ciencia y Tecnología de la Comisión Reguladora de Valores de China, fue destituido de su cargo y expulsado del Partido Comunista por su implicación en esquemas de corrupción.
Las investigaciones revelaron que utilizó el yuan digital para negociar favores y obtener ventajas ilícitas, lo que genera preocupaciones sobre la vulnerabilidad de la moneda digital china ante posibles usos indebidos.
El Comité Municipal de Supervisión de Shanwei, en la provincia de Guangdong, decidió remitir el caso de Yao Qian a la fiscalía, donde las autoridades analizarán su responsabilidad penal. Además, el gobierno ha ordenado la confiscación de los bienes adquiridos de manera irregular durante su ejercicio en el sector público.
Corrupción y abusos en el uso del yuan digital
Los informes indicaron que Yao Qian se desvió de sus responsabilidades originales como líder técnico y adoptó un comportamiento orientado a beneficios personales.
Se le acusa de haber abusado de su poder regulador para favorecer a empresas en contrataciones de servicios tecnológicos y en la adquisición de software y hardware. Estas acciones incluyeron la recepción de ventajas como artículos de lujo, banquetes y sumas considerables de dinero.
También se le señala por manipular el uso del yuan digital mediante transacciones que intercambiaban influencia por dinero. Además, habría violado normativas al buscar beneficios para terceros en procesos de reclutamiento y al contratar préstamos ilegales para invertir en empresas privadas.
La investigación, llevada a cabo por organismos como la Comisión Central de Inspección Disciplinaria y la Comisión Nacional de Supervisión, subrayó la gravedad de las acciones de Yao Qian y los impactos negativos sobre la reputación del yuan digital.
El yuan digital, creado para fortalecer la soberanía financiera de China, desempeña un papel clave en la estrategia económica del país. La moneda digital busca posicionarse como alternativa frente a criptomonedas como el Bitcoin.
Hasta el 31 de julio, el Banco Popular de China había contabilizado 180 millones de carteras individuales que utilizan el yuan digital. Las transacciones superaron los 7,3 billones de yuanes (más de 1 billón de dólares estadounidenses o 920.000 millones de euros).
Introducido en 2014, el yuan digital ha alcanzado una amplia adopción en sectores como el comercio minorista, la salud y los servicios públicos. Además, facilita colaboraciones internacionales con bancos centrales de países como Tailandia, Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong.