El Bitcoin ha perdido parte de su promesa original. Un nuevo informe de la exchange Gemini, publicado el 11 de junio de 2025, reveló que las instituciones centralizadas ya poseen alrededor del 31% de todo el suministro circulante de BTC. Esta cifra equivale a 6,1 millones de Bitcoins, valorados en aproximadamente 618.000 millones de euros (o 668.000 millones de dólares), y están en manos de gobiernos, fondos cotizados en bolsa (ETFs) y grandes empresas cotizadas en bolsas de valores.
Este movimiento muestra una nueva etapa en la adopción institucional de la criptomoneda. Según Gemini, esta cifra representa un crecimiento del 924% en la última década, impulsado por la valorización de la moneda, que pasó de menos de 1.000 dólares a más de 100.000 dólares. La rápida escalada de la participación institucional también enciende una alerta: esta concentración amenaza el ideal de descentralización que originó el Bitcoin.
Mientras los fondos soberanos adquieren BTC principalmente a través de incautaciones legales, los ETFs y las empresas cotizadas son responsables de la mayor parte de esta concentración. Así, las tres principales entidades de estos sectores ya controlan entre el 65% y el 90% de todos los Bitcoins asignados institucionalmente.
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Centralización de Bitcoin
Según el informe, hay una clara tendencia política en este movimiento. Estados Unidos creó, a principios de 2025, la Reserva Estratégica de Bitcoin, con planes públicos de comprar 200.000 BTC al año durante cinco años. El Reino Unido también ha estado acumulando reservas de criptoactivos como parte de su estrategia fiscal.
La empresa Hashdex reveló que 144 empresas, de las cuales 114 son de capital abierto, controlan el 24% del total poseído por las instituciones. La presencia corporativa ha transformado al Bitcoin en un activo de tesorería, y no solo en una moneda digital de uso alternativo.
El lado positivo, según el estudio de Gemini, está en la estabilidad. El precio del Bitcoin, que ha superado los 100.000 dólares desde principios de junio, ha mostrado menos volatilidad, un comportamiento atribuido a la mayor presencia institucional en el mercado.
Sin embargo, los riesgos siguen presentes. Los analistas alertan que grandes ventas por parte de gobiernos o fondos pueden agitar el mercado. Estos actores “tienen el poder de mover los precios al liberar grandes cantidades de BTC”, según el informe.
Además, la centralización abre espacio para la manipulación del mercado, lo que va en contra de la esencia libertaria de la criptografía descentralizada. Aunque aún no existen pruebas prácticas de esto, el riesgo ha aumentado con la nueva configuración del mercado.
Al final, el informe de Gemini plantea una pregunta fundamental: ¿hasta dónde puede llegar el crecimiento institucional sin apagar el ideal que creó al Bitcoin? La descentralización, antes un valor sagrado, ahora comparte espacio con intereses estatales y corporativos.
