Los rumores sobre una posible inversión de Berkshire Hathaway, el holding dirigido por Warren Buffett, en Bitcoin y criptomonedas han cobrado fuerza esta semana.
Con una liquidez de 334.200 millones de dólares (unos 305.000 millones de euros), la empresa podría estar a punto de dar un giro histórico, sorprendiendo al mercado financiero y reavivando el debate sobre el futuro de las criptomonedas en las carteras de los grandes inversores. La noticia, que ya ha superado las 482.000 visualizaciones en redes sociales, plantea dudas sobre un posible cambio de postura de Buffett, conocido por su escepticismo hacia el sector cripto.
El sentimiento de miedo no se limita al mercado de criptomonedas. También domina el mercado de valores, donde las principales empresas han sufrido caídas pronunciadas en los últimos días. Afectados por la guerra comercial impulsada por Donald Trump, los principales índices bursátiles, S&P 500 y Nasdaq, han tenido su peor inicio de semana desde 2022.
El lunes, el Nasdaq, la principal bolsa de valores tecnológicas de Estados Unidos, estuvo a solo un 1,2% de activar el «circuit breaker», un mecanismo que interrumpe temporalmente las negociaciones para evitar desplomes generalizados. Mientras tanto, el S&P 500, que sigue a las 500 mayores empresas de EE.UU., ha perdido en lo que va del año un valor de mercado equivalente a 1,2 veces el PIB de Argentina.
Para agravar la situación, una declaración del expresidente Donald Trump ha generado aún más incertidumbre en los mercados. En una reciente entrevista, Trump afirmó que «ya no está prestando atención al mercado de valores», sorprendiendo a los inversores que esperaban una postura más proactiva, como ocurrió en su primer mandato. Sus declaraciones han generado desconfianza y han contribuido al clima de inestabilidad.
Mientras Trump parece alejarse del mercado tradicional, su acercamiento al sector cripto es cada vez más evidente. Un ejemplo de ello fue el anuncio de la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin, un movimiento que muchos interpretaron como un respaldo al mercado de criptomonedas. Este cambio de actitud podría atraer a grandes inversores preocupados por la inestabilidad en los mercados tradicionales.
Uno de esos grandes actores es Berkshire Hathaway, liderado por Warren Buffett, uno de los inversores más influyentes del mundo. El martes 11 de marzo, comenzaron a circular rumores sobre la posible entrada de Berkshire en el mercado de criptomonedas. El perfil Bitcoin Lfg, con más de 300.000 seguidores, fue el primero en difundir el rumor, que rápidamente se convirtió en uno de los temas más comentados en X.com (antes Twitter).
La especulación aumentó tras informaciones que indican que Berkshire Hathaway posee más de 334.200 millones de dólares (unos 305.000 millones de euros) en liquidez, parte de los cuales provienen de liquidaciones realizadas en 2024 por un total de 134.000 millones de dólares (122.000 millones de euros). Ahora, la gran incógnita del mercado es: ¿Dónde invertirá Warren Buffett este capital?
Históricamente, Berkshire Hathaway ha aprovechado caídas del mercado para comprar acciones a precios bajos. La última vez que la empresa hizo movimientos significativos fue en 2022, cuando el S&P 500 cayó un 20%. Sin embargo, el mercado de criptomonedas también espera captar la atención de Buffett, a pesar de su tradicional escepticismo respecto al sector.
Buffett llegó a llamar a las criptomonedas «veneno para ratas» en 2018, pero en los últimos años ha realizado inversiones en proyectos con conexiones indirectas al ecosistema cripto. Un ejemplo de ello es la inversión de 750 millones de dólares (unos 685 millones de euros) en Nu Holdings, la empresa matriz de Nubank, un banco digital con una fuerte presencia en el sector cripto.
El cambio de postura de Trump, que antes criticaba a las criptomonedas y ahora las apoya, plantea la pregunta: ¿Seguirá Warren Buffett el mismo camino? La respuesta aún es incierta, pero los recientes rumores y movimientos en el mercado sugieren que el sector cripto está atrayendo la atención incluso de los inversores más escépticos.