El Banco Central de Brasil publicó un conjunto de reglas que modificaría la forma en como actúan los activos virtuales dentro del país, sobre todo con las stablecoins.
La medida amplía las leyes existentes contra el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y la protección al consumidor, y las extiende a los proveedores de servicios de activos virtuales (VASPs) y operadores de cambio extranjero.
Según el organismo, cualquier transacción que involucre activos virtuales vinculados a monedas fiduciarias -como el dólar estadounidense o el real brasileño- será considerada una operación de cambio.
También se aplicará la misma clasificación a los pagos o transferencias internacionales realizadas con criptoactivos, incluso si se efectúan mediante tarjetas u otros métodos electrónicos.
Las nuevas regulaciones entrarán en vigor en febrero de 2026 y representan uno de los primeros pasos concretos del Banco Central hacia una supervisión más integral del mercado de criptoactivos, luego de que en 2022 el país aprobara su marco legal para criptomonedas.
El Banco Central atrás de las stablecoins
Las autoridades brasileñas determinaron esta nueva medida tras el crecimiento del uso de las stablecoins en el país.
El gobernador del Banco Central, Gabriel Galípolo, calificó el crecimiento del sector como «significativo y preocupante», ya que constató que cerca del 90% del volumen total de transacciones con criptomonedas en Brasil está vinculado a stablecoins. Muchos usuarios las utilizan como medio de pago o para esquivar las restricciones y los impuestos del sistema financiero tradicional.
Por tanto, el Banco Central de Brasil determinó a las monedas estables como una operación bancaria con el objetivo también de garantizar que los activos digitales no se conviertan en canales para transferencias ilícitas, evasión fiscal o lavado de dinero.
La clasificación de las stablecoins como operaciones de cambio implica que cada transacción deberá cumplir con los mismos estándares de divulgación y cumplimiento que las operaciones tradicionales de divisas internacionales.
Esto podría aumentar los costos de cumplimiento para las empresas cripto que operan en Brasil, aunque también aportará mayor legitimidad al sector, al definir con claridad su papel dentro del marco financiero nacional.
Brasil será otro de los países en regular las monedas estables
Con esta medida, Brasil se coloca entre las primeras economías grandes en tratar las stablecoins como instrumentos de cambio extranjero, un enfoque que podría influir en las decisiones regulatorias de otros países.
Tomando ejemplos en el mundo, Estados Unidos con la Ley GENIUS Act aborda temas de reservas y programas contra el lavado de dinero. En Europa, el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) ya establece normas detalladas sobre emisión y custodia de stablecoins.
Respecto a Asia, Hong Kong promulgó su ordenanza sobre stablecoins en agosto, mientras que Singapur y los Emiratos Árabes Unidos también cuentan con regulaciones específicas dentro de su país.

