El Gobierno de Bolivia está considerando el uso de criptomonedas como una alternativa para pagar la importación de combustibles, en medio de una creciente escasez de divisas. La iniciativa fue confirmada por el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, quien destacó que la medida es parte de un programa de soluciones para garantizar el suministro de gasolina y diésel en el país.
Dorgathen explicó que la propuesta contempla la utilización de criptomonedas a través de la filial Botrading, que operaría con YPFB Logística y YPFB Refinación. Según sus declaraciones, el mecanismo permitiría realizar pagos internacionales en criptomonedas para adquirir combustible y distribuirlo dentro del territorio boliviano.
“Es parte de las estrategias que estamos evaluando para incrementar el volumen de importación y atender la demanda interna”, afirmó el presidente de la estatal petrolera.
Aún no se han definido los procedimientos específicos ni los activos digitales que podrían emplearse en estas transacciones.
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Bolivia: Contexto económico y restricciones crediticias
El análisis de esta alternativa surge en un contexto de restricciones financieras para Bolivia. La falta de aprobación de créditos por USD 1.667 millones en la Asamblea Legislativa Plurinacional ha limitado el acceso a dólares, lo que dificulta la importación de combustibles.
Dorgathen señaló que, aunque actualmente la terminal de Sica Sica, en Arica (Chile), opera a plena capacidad, solo se logra cubrir entre el 60% y el 70% de la demanda interna. Además, mencionó que las importaciones desde Argentina y Paraguay están detenidas, mientras que continúan las operaciones con Perú.
Para estabilizar la situación, el Gobierno boliviano necesita aproximadamente USD 60 millones semanales destinados a la compra de combustible. De este monto, al menos USD 30 millones serían necesarios para que las cisternas en Santa Cruz descarguen en la planta de Palmasola.
