Gradualmente, el mercado se recupera de las pérdidas sufridas con el colapso del fin de semana. Este miércoles (7), el Bitcoin (BTC) registró su segunda valorización consecutiva, con un aumento del 4,5% según CoinGecko. Esta subida llevó la criptomoneda a un precio de US$ 57.331 en su máximo de esta mañana.
Al igual que ocurrió el martes (6), la subida del Bitcoin impulsó el mercado. En el Top 10, Solana (SOL) volvió a destacar y tuvo la mayor alza del día, mientras que Ethereum (ETH) subió un 3,2% y alcanzó los US$ 2.533.
En el Top 100, la mayor alza fue de FLOKI, que lideró las fuertes ganancias de las memecoins al subir un 15,6%. BONK también se valorizó y, con un aumento del 10,8%, registró la tercera mayor ganancia del Top 100. Entre las desvalorizaciones, solo MKR tuvo una caída superior al 1%, mientras que LDO cayó un 0,6%.
BoJ Tranquiliza al Bitcoin y demás Criptomonedas
Una de las razones para esta subida provino del Banco Central de Japón, el BoJ, que a través de su gobernador, Shinichi Uchida, mencionó que podría interrumpir el aumento en la tasa de interés. Uchida afirmó que el BoJ está atento a los mercados y podría detener las subidas si observa gran inestabilidad en los mismos.
La noticia animó los mercados dentro y fuera de Japón. En el país, el índice Nikkei 225 subió un 2,5% en la sesión de este miércoles, superando los niveles de 35.000. Este fue el segundo día de alza en el índice, que también se valorizó más de un 9% en la sesión anterior.
Con el aumento de hoy por encima de 35.000, el Nikkei recuperó casi todas las pérdidas de la caída del mercado del lunes (5). De esta manera, la intervención del gobernador del BoJ llegó en el momento adecuado, trayendo algo de seguridad a los mercados. Este enfoque flexible del BoJ ayudó a contener la incertidumbre de los mercados y a traer nuevas alzas, impactando de forma positiva al Bitcoin y demás criptomonedas.
Impacto de la Tasa de Interés de Japón
El problema que causó la fuerte caída de los mercados no fue el nivel del aumento de los tipos de interés realizado por el BoJ, sino el aumento en sí. Históricamente, el yen japonés ha desempeñado un papel significativo como moneda de carry trade, es decir, la moneda que los inversores compran para hacer trading en otros lugares del mundo.
Debido a sus históricamente bajas tasas de interés, tomar préstamos denominados en yen resultaba muy barato. Los traders realizaban esta operación e invertían en otros mercados, donde las tasas son históricamente más altas (como en Brasil, por ejemplo). Cuando cerraban la operación y pagaban sus préstamos en yen, embolsaban una ganancia considerable.
Sin embargo, si el yen se valoriza repentinamente, los inversores que tomaron préstamos en yenes necesitan revertir sus posiciones para evitar pérdidas, lo que lleva a la venta masiva de activos y causa volatilidad en los mercados financieros globales.
Y cuando el BoJ subió los tipos de interés, el yen inmediatamente se valorizó, causando liquidaciones en masa y llevando a la caída de los mercados. Si, por otro lado, el BoJ mantiene los tipos de interés sin cambios o incluso los reduce, el carry trade se mantiene lucrativo y vuelve a traer retornos positivos a los traders.